BRASILIA. La comisión de derechos humanos de la cámara baja de Brasil, presidida por un pastor evangélico acusado de homofobia, aprobó el martes un proyecto de ley que permite a psicólogos tratar el homosexualismo como si fuera una patología.
El diputado Marcos Feliciano, del Partido Social Cristiano, consiguió poner en votación el proyecto de ley que levanta la prohibición establecida por el Consejo Federal de Psicología para que profesionales del sector brindar tratamiento por la homosexualidad de sus pacientes.
La iniciativa del diputado Joao Campos, un pastor evangélico del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña, busca levantar la veda vigente desde 1999 para que psicólogos traten el homosexualismo como un trastorno.
«En la práctica el resultado sería que una persona mayor de 18 años, responsable por sus actos, que es homosexual y quiere ayuda para reorientar su sexualidad, pueda ser atendido por un psicólogo», explicó Campos, líder de la bancada evangélica en la cámara baja, en una entrevista reciente con AP.
El propio Consejo Federal de Psicología se pronunció contra la iniciativa de Campos y llamó a los diputados a rechazar la iniciativa.
«Hoy en día la psicología, como otras disciplinas científicas, reconocen que la orientación sexual no es una patología que deba ser tratado, no es una perversión, no es trastorno ni un disturbio de comportamiento. Siendo así, no podemos ofrecer cura, eso es un principio ético», señaló Huberto Verona, psicólogo e integrante del Consejo.
Feliciano, también pastor evangélico, despertó airadas protestas de organizaciones sociales desde su elección este año como presidente de la comisión de derechos humanos y minorías de la Cámara de Diputados por declaraciones suyas consideradas homofóbicas y racistas.
El legislador intentó en las últimas semanas someter la propuesta a votación en la comisión pero no logró superar las maniobras dilatorias de sus colegas opuestos a la propuesta. Logró su aprobación el martes en una sesión que tuvo bajo quorum.
La iniciativa aún debe ser discutida en otras comisiones antes de ir al plenario de la Cámara de Diputados, y deberá ser sometida al proceso de votación en el Senado antes de ser ratificada.
El diputado Jean Wyllys, primer legislador abiertamente homosexual en Brasil, se mostró confiado en que la iniciativa no podrá avanzar en la corriente legislativa.
AP