Según expertos de la universidad de Harvard (Boston, Massachusetts) la investigación es el primer estudio nacional que examina los nexos entre prevalencia de contaminación y el desarrollo de ese desorden y fue publicada en la revista Environmental Health Perspectives (Perspectivas de salud ambiental).
«Dependiendo del contaminante, 20 a 60% de las mujeres que participaron en nuestro estudio viven en áreas donde el riesgo de autismo es elevado«, dijo Andrea Roberts, investigadora asociada del departamento de Ciencias sociales y de conducta, de la facultad de Salud pública de Harvard.
En el estudio, iniciado en 1989, se censaron 116.430 mujeres. Para el análisis se seleccionó a 325 mujeres que tuvieron un bebé autista y 22.000 que habían tenido un niño no afectado por el desorden.
AFP