El mandatario ecuatoriano cree necesaria la búsqueda de «una prensa libre e independiente, que informe y comunique, no que defienda intereses privados»
QUITO. El presidente de Ecuador, Rafael Corea, arremetió ayer contra la prensa que actúa en favor de «los intereses del gran capital» y defendió la democratización de la propiedad de los medios, porque «la información no es una mercancía, es un derecho», dijo.
Charla magistral
Correa pronunció una charla magistral en la «Primera cumbre para un periodismo responsable en los nuevos tiempos», que se celebra hasta mañana en la ciudad costera de Guayaquil y donde expertos debatirán sobre los medios, las nuevas tecnologías y la responsabilidad del periodismo, entre otros temas.
El gobernante calificó de «sarta de mentiras» el editorial publicado el 14 de junio, fecha en que se aprobó la ley de comunicación en Ecuador, por medio centenar de periódicos colombianos vinculados a una asociación de diarios, bajo el título «¿Estocada a la prensa en Ecuador?».
El editorial rechazaba los «excesivos controles y limitaciones a los medios» que en opinión de esos diarios establece la nueva ley, defendida por Correa, quien considera que sectores de la prensa ecuatoriana desempeñan «un rol político».
Por ello, el mandatario cree necesaria la búsqueda de «una prensa libre e independiente, que informe y comunique, no que defienda intereses privados», según ha declarado. La oposición, asociaciones de periodistas y organizaciones civiles ven, en cambio, en esta norma una «mordaza» para el ejercicio periodístico y critican que eliminará las investigaciones sobre casos de corrupción en Ecuador.
Durante su intervención de ayer, Correa se mostró muy crítico con varios empresarios ecuatorianos de medios y resaltó la estrategia que muchos de ellos han desplegado: construir un emporio y después crear un medio de comunicación «no para informar, sino para defender los intereses del emporio».
Criticó la CIDH
También criticó el papel de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), apoyada por Estados Unidos y dijo que para este órgano «no existe la prensa corrupta», sino solo «políticos malvados que persiguen a periodistas ingenuos y angelicales» por sus denuncias sobre corrupción, según su informe sobre esta materia. De acuerdo con Correa, las principales fuentes de información de la CIDH son organizaciones como Fundamedios, la Unión Nacional de Periodistas (UNP) y la Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos (Aedep), a los que consideró defensores «de los intereses de los ‘big media’ (grandes medios), abiertos opositores al gobierno y sin ninguna solvencia moral ni democrática». La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) es otro de los instrumentos de las grandes compañías mediáticas para la defensa de sus intereses, según el mandatario, quien dijo que fue creada por la CIA para contrarrestar al régimen cubano y que está integrada «no por periodistas, sino por medios de comunicación». «…Todos coincidimos en que una buena prensa es vital para la democracia, pero también deberíamos coincidir en que una mala prensa es mortal para esa misma democracia, y la prensa en América Latina, como lo dije el 24 de mayo (durante el acto de investidura presidencial) es mala, muy mala», apuntó. Por eso recordó que el 85 por ciento del espectro radioeléctrico ecuatoriano está en manos del sector privado y resaltó la necesidad de generar más medios de comunicación «fuera de la lógica del mercado».
El presidente recordó que a su llegada al poder, de siete canales nacionales de televisión, cinco pertenecían a la banca, pero tras la consulta popular efectuada en 2011 se separó la actividad financiera de la mediática. «Ahora los banqueros solo pueden dedicarse a la actividad financiera y los comunicadores a la comunicación» para evitar que exista relación entre poder financiero y mediático, explicó Correa.
Agencias