Maritza Landaeta, coordinadora de la unidad técnica de alimentación de la Mesa de la Unidad, calificó de alarmante el reconocimiento que hizo la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), al gobierno venezolano por su gestión de cubrir la hambruna del venezolano.
Landaeta cuestionó dicha premiación dada la situación que sufren los ciudadanos a la hora de conseguir alimentos de la dieta básica, pues subrayó que en el caso de superar la escasez y encontrarlos estos no son de calidad ni están a precios asequibles. “Llama poderosamente la atención que con insistencia el discurso oficial señala que los venezolanos ahora estamos comiendo mejor que nunca, pero no se preguntan ¿Ha mejorado la calidad de la alimentación del venezolano? La alimentación adecuada es un pilar fundamental del desarrollo, pues existen suficientes evidencias de las lesiones funcionales y mentales producidas por las carencias de nutrientes”, destacó.
Por su parte, Marianela Herrera, integrante de la unidad técnica de alimentación, explicó que ante las quejas permanentes de la población sobre los programas alimentarios de las escuelas y centros de salud, se deben poner en discusión los cacareados logros de la política oficial; ya que –a su juicio– estos no se han logrado, como por ejemplo la Misión Mercal, cuyo objetivo es: garantizar la seguridad alimentaria de los ciudadanos con la venta de alimentos que cumplan con los índices de alimentación acordes a una dieta balanceada.
“Este programa somete a los usuarios a largas colas, no estimula la compra de frutas y verduras ¿Es esto seguridad alimentaria? Al incluir solo alimentos baratos, ricos en calorías sin importar si la persona es obeso o diabético; ofreciéndole al comprador kilos de azúcar, cereales y grasas sin ninguna guía”, manifestó Herrera.
Asimismo, sentenció que la gestión de este gobierno, es cambiar la metodología de cálculo de los indicadores para ocultar su ineficiencia, estrategia que refuerza con la poca disponibilidad y transparencia de los datos sobre canasta alimentaria y la medición de la pobreza. “La misión que tiene mayor fortaleza en el país es ocultar los datos oficiales. Por lo tanto, el seguimiento y evaluación de la gestión en alimentación y nutrición, es imposible de validar”, apuntó.
Por todo esto, la coordinadora de la unidad técnica de alimentación, Maritza Landaeta aseguró que se requieren decisiones políticas sustentadas en sólidos criterios técnicos, cuyo eje central conduzca a mejorar la dieta y sobre todo la salud de los venezolanos, al tiempo que hizo énfasis en estudios de investigación que reflejan la compleja situación nutricional y de inseguridad alimentaria en el país; y que confirman que están presentes problemas de malnutrición por déficit y por exceso.
Landaeta finalizó dejando sobre el tapete la consciente crítica que debe hacerse a este tipo de gratificaciones. “¿Qué significa este premio? ¿Premio a qué y a quién? Pareciera reconocer la destrucción del aparato productivo de alimentos en el país, con una política de irrespeto a la propiedad privada, hostigamiento y persecución a productores y empresarios nacionales a través de todo un aparato legislativo, mientras se privilegian las importaciones, en proporciones nunca antes vista en el país”.