Axiers Sucre y Luis Bethelmy han sido, a lo largo de la temporada, bastiones en el desempeño de Marinos y Cocodrilos. Con notable regularidad, su juego efectivo combina virtudes en la zona pintada (de los mejores en rebotes y con movimientos ofensivos difíciles de controlar), con precisión desde larga distancia. Y antenoche, metidos en un brete ante Gigantes y Bucaneros, ambos surgieron en los momentos culminantes para ser autores de los puntos que decidieron ambas contiendas.
Barrieron así, los dos veteranos de la LPB -y primeros de la ronda regular- en las series iniciales de la ronda semifinal frente a los emergentes Gigantes y Bucaneros. Pero, ¡ojo!, que el 2-0, con todo lo positivo que significa abriendo la penúltima instancia de una larguísima temporada, no representa superioridad absloluta, aunque pueda ratificar cierto favoritismo.
Dos juegos, dos caras
En la serie Marinos-Gigantes -disputada en Puerto La Cruz- hay un balance contradictorio. Porque el primer partido fue una soberna paliza, por 45 puntos, resultado extraño si se recuerda que el trabajo defensivo es la virtud principal de los guayaneses. En buena parte, «se salió de madre» el río ofensivo de El Acorazado, con inusual puntería -en particular desde larga distancia- que generó el sorprendente colapso.
La segunda fecha, sin embargo, presentó otro cariz. Se desempeñó bajo cierto dominio local, patente en los parciales de 21-20 al concluir el primer cuarto, 40-36 al momento de camerinos y 58-51 al terminar el tercer parcial. Gigantes, soportado en su defensa, vio el momento de lanzarse al abordaje en el lapso final, y estuvo a punto de conseguirlo. Solo que, a 02 décimos apenas del final, Sucre recibió falta y acertó un tiro libre que daría las cifras definitivas, 78-77, pues no había tiempo para respuesta.
El capitan de la nave marcó 17 tantos (4-2 en libres) para ser junto con Gadzuric (11), Battle (15 y 7 rebotes) y León Rodgers (19, 6-3 en triples, 8-8 desde la línea) autor de un doble dígito. Andrew Feeley (16 y 7 rebotes), Musset (14) y Ramírez (11), marcaron las cifras más significativas para los de Guayana.
Le costó a Cocodrilos
Por segundo día consecutivo, Cocodrilos se las vio negras para superar a Bucaneros, que dominó el marcador hasta el tercer cuarto. Emocionante intercambio de cestas, con los guaireños a punto de dominar la contienda, que tuvo dramático cierre.
Hasta los 30 segundos finales estuvieron intercambiando canastos. Si Cocodrilos logró ventaja de 4 puntos, una marca presionante les hizo perder la posesión, Hornsby metió un doble y luego un triple para colocar a Bucaneros ganando por 1, apenas a 6 segundos del final. Los saurios pusieron el balón en juego y Bethelmy logró desmarcarse cerca del aro y poner el juego 88-87. Quedaban 3 segundos y los guaireños intentaron ripostar, pero su rival sí hizo lo adecuado (2 y hasta 3 hombres sobre la posesión del balón) y demoraron un tiro (enviado desde unos 12 metros y embocado) que salió justo después que el reloj llegó a cero.
Fueron dos jornadas de ardua disputa, que se decidieron al final. En ambas Bucaneros comandó largamente las acciones, en la primera hasta los últimos 3 minutos. Y antenoche, fue evidente la diferencia en el físico, que perjudicó a unos litoralenses que perdieron tres jugadores por límite de faltas.
Cambian escenarios y rivales
Hoy continúa la semifinal con otras dos tandas muy atractivas y en las cuales pueden equilibrarse las cargas …o partirse en dos la semifinal.
Si antes fueron visitantes, ahora los perdedores serán locales. En el «Hermanas González» de Puerto Ordaz, Gigantes recibirá a Cocodrilos, en el Domo de Vargas le tocará a Bucaneros ser anfitrión de Marinos.
Los últimos choques de ese tipo terminaron en división de honores. Por eso, y por lo que se juega, la lucha debe ser intensa. Aunque quienes están desde el inicio de la temporada comienzan a mostrar los efectos.
Armando Naranjo
donarmandonaranjo@gmail.com
@DonArmandoN