Una pregunta que para muchos pudiera tener respuesta fácil para otros genera un montón de interrogantes. Dudas que me han llegado a través de amigos, gente en la calle y mensajes en redes sociales “¿Para qué seguir votando con un CNE fraudulento?”, “Nos volverán a hacer trampa”, “quieren limpiar la imagen del CNE llamándonos a votar”. Yo no comparto estas opiniones pero las entiendo, no las comparto porque como joven que cree en la democracia considera que no hay más arma más poderosa contra el abuso y la barbarie que un pueblo movilizándose y expresándose a través del voto.
Hay que irse décadas atrás para entender lo que nos ha costado votar, para que ahora le entreguemos nuestro derecho a una minoría que aprovecha cada vez que bajamos la guardia apara hacer fechorías, para tratar de imponerse. No le demos una nueva oportunidad para que le mientan al mundo, reafirmemos que ellos son minoría.
Aquí nadie ha negociado, menos entregado espacios, entregar espacios significa que usted tenga como gobernante más cercano a un corrupto, un desconocido, un enchufado cualquiera solo porque no quiso participar. Su desmovilización los fortalece a ellos, por eso ellos buscarán a través de campañas psicológicas desmoralizarlo, pero usted tiene que vacunarse, para que no sea infectado por la apatía y defienda las conquistas que hemos alcanzado como ciudadanos. Hace apenas 22 años comenzamos a elegir a nuestros alcaldes, eso no fue una concesión del gobierno de turno, es un derecho adquirido y los derechos no se entregan por más difícil que sea ejercerlos.
Sabemos lo difícil que es ejercer el derecho al voto hoy día con libertad, pero si algo quedó demostrado el 14 de abril es que la gente perdió el miedo y eso le da pánico al gobierno ilegitimo. Por eso a ellos les conviene que nadie salga, más ahora que no tienen el portaviones, sino un submarino, que cuando habla se hunde más y más.
La lucha por defender los espacios pasa porque cada uno entienda que en diciembre no estamos defendiendo parcelas de poder, sino reafirmando la victoria del 14 de abril, quitándole otra pata a la mesa para que el mundo sepa la verdad. Por supuesto que el CNE cumplirá con el mandado del PSUV, haciéndose la vista gorda mientras unos tratan de torcer la voluntad popular, pero toca tener seis ojos el día de la elección y no dejarse amedrentar por nadie.
Los espacios que tenemos hoy han sido el resultado de victorias que se han peleado sin miedo. Toca ganar por paliza para que la sola intención de hacer trampa se les quede fría. Usted no legitima al CNE participando en las elecciones municipales, legitima el triunfo del 14 de abril, pero sobre todo a su gobernante más cercano, aquel que responderá a sus necesidades más apremiantes. Su silencio los pone a ganar, no permitamos eso y vamos a movilizarnos con Henrique Capriles a la cabeza de esta nueva batalla. Salir victoriosos depende de todos, tenemos que participar.
Brian Fincheltub
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