Si los fanáticos buscan quién podría ser el próximo latinoamericano en los altos rangos de un equipo de Grandes Ligas, Miguel Cairo podría ser una figura a seguir, tanto en el dugout como en la oficina central.
El venezolano, quien se retirara de manera oficial como jugador activo hace cuatro meses, ya ha fungido como asistente especial del gerente general y coach de la banca de los Rojos de Cincinnati.
Por circunstancias bien lamentables en el equipo de Cincinnati -el cáncer sufrido por el coach de tercera, Mark Berry, y el resultante traslado de Chris Speier del rol de bench coach a la antesala- Cairo ha asumido la importante responsabilidad de estar al lado del dirigente Dusty Baker en la cueva de los Rojos.
«Es interesante», le dijo Cairo a lasmayores.com durante la serie de Cincinnati en el Chase Field contra los Diamondbacks. «Me gusta mucho lo que estoy haciendo ahorita, ayudando al equipo como coach. Lo importante es que estoy en el beisbol. Estoy compartiendo con los compañeros con los que yo jugué. Es un nuevo rol, pero estoy gozando el beisbol como siempre”.
Cairo terminó su carrera de 17 años en Grandes Ligas con dos temporadas como utility en Cincinnati. Impresionó tanto a Baker y al gerente general Walt Jocketty que éste último le dio un puesto en la gerencia, viendo el potencial del venezolano de aportar su liderazgo desde la oficina central de la franquicia.
«Fue un líder para nosotros en el terreno y en el clubhouse», dijo Jocketty en febrero al anunciarse el nuevo papel de Cairo. «En una carrera muy exitosa se ganó un tremendo respeto dentro de la comunidad del béisbol. Nuestros jugadores jóvenes se beneficiarán de su ética de trabajo y su experiencia”.
Por supuesto, una cosa es ser parte de un equipo como pelotero y otra es integrar el cuerpo de coaches. Tiene que ser diferente la dinámica entre dos jugadores a la de un pelotero con alguien que ya es «autoridad»… ¿o no?
«Estoy tratando de ser el mismo», dijo al respecto Cairo, quien en el 2012 terminó su carrera en la Gran Carpa con promedio de .264. «Tú no puedes cambiar porque no seas pelotero. El respeto sigue siendo el mismo. Sigo trabajando, ayudándolos como pueda, como cuando era pelotero y los ayudaba también.
«Hay que ser uno mismo, para que ellos no cambien contigo y para que te tengan la misma confianza que cuando éramos compañeros”.
El cerrador de los Rojos, el cubano Aroldis Chapman, ha visto de cerca el impacto que ha tenido Cairo en el equipo, primero como compañero y desde este año como coach.
«Siempre habla con uno», manifestó el zurdo. «Como él es un veterano de muchos años, él sabe de eso y trata de enseñárselo a los muchachos jóvenes, a mí y hasta a los otros que no son tan jóvenes, pero que todavía les falta aprender cosas”.
De su parte, Baker se ha expresado bien conforme con lo que ha aportado Cairo en su nuevo rol.
«Miggy lo está haciendo muy bien», dijo el mánager veterano. «Miggy sabe de beisbol. ¿Por qué no va a seguir siendo Miggy?”
«Fue similar (a un instructor) cuando era jugador, porque en su carrera contar con él era casi tener otro coach en la banca. Es alguien muy serio a la hora de ver lo que está pasando en la banca y en el terreno”.
La transición
Con todo y su larga trayectoria en Grandes Ligas, hacer la transición de jugador a coach de la banca no es tan sencillo.
«He aprendido bastante del dirigente de nosotros, Dusty», dijo Miguel Cairo, oriundo de Anzoátegui, quien accionara en el beisbol venezolano con los Leones del Caracas y los Cardenales de Lara. «Lo importante es la experiencia y el aprendizaje que he tenido con él hasta el momento. Ha sido una experiencia increíble”.
«Estoy tratando de agarrar lo más que pueda con él y esa experiencia que ha tenido. Todos esos juegos ganados (841 como manager de Grandes Ligas) son por algo y estoy tratando de aprender de él”.
Entonces, con fama de ser un líder y ahora una «pasantía» tanto en la gerencia como en el cuerpo de coaches, ¿podríamos ver a Cairo como un futuro manager de Grandes Ligas? ¿O quizás en las posiciones más importantes de la gerencia de un club?
A sus 39 años, el venezolano parece estar decidido a explorar todas sus posibilidades.
«Estoy aprendiendo las dos cosas, de las dos bandas», dijo Cairo sobre lo que ha visto primero en la oficina central del equipo y ahora como coach. «En este momento voy a aprovechar el aprendizaje de la oficina y compartir con tremendas personas, gente con mucha experiencia… cómo llevar a un equipo, aprender sobre los movimientos, qué se necesita saber, todas las pequeñitas cosas que ellos hacen y que aquí abajo no sabemos”.
«Son a veces negocios y quería aprender esa faceta del beisbol”.
David Venn
lasmayores.com