El Tribunal Supremo de Estados Unidos declaró inconstitucional la Ley de Defensa del Matrimonio (DOMA, por su sigla en inglés), que lo define como «la unión entre un hombre y una mujer» en una votación ajustada de 5 a 4. El Supremo dictaminó que la legislación viola los derechos de los gays y lesbianas, pues representa una privación de la protección igualitaria de las personas protegidos por la Quinta Enmienda.
WASHINGTON. En una gran victoria para gays y lesbianas, la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos derogó el miércoles una ley que negaba beneficios federales a las parejas homosexuales y allanó además el camino para el matrimonio entre personas del mismo sexo en California (oeste).
Unos mil partidarios del matrimonio gay, congregados bajo un sol abrasador frente a la sede de la Corte en Washington, y cientos de personas reunidas en San Francisco, festejaron el histórico fallo, de gran impacto en la sociedad estadounidense y elogiado por el presidente Barack Obama.
En una decisión tomada por cinco jueces contra cuatro, la Corte derogó la Ley de Defensa del Matrimonio, conocida como DOMA, la cual definía el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer, con lo cual negaba beneficios federales a las parejas homosexuales casadas.
«La DOMA es inconstitucional porque es una denegación del acceso a la libertad de las personas protegida por la Quinta Enmienda», dictaminó la Corte Suprema, plegándose a la opinión del gobierno.
El presidente Barack Obama aplaudió la decisión en una declaración emitida por la Casa Blanca.
«Las leyes de nuestra tierra se están poniendo al día con la verdad fundamental que millones de estadounidenses albergamos en nuestros corazones: cuando todos los estadounidenses son tratados como iguales, sin importar quiénes sean ni a quiénes amen, somos todos más libres», dijo Obama.
Por otra parte, la Corte Suprema consideró inadmisible la demanda presentada por los opositores del matrimonio homosexual en California. Aunque no se pronunció sobre el fondo del asunto, al reenviar el caso a un tribunal que había validado el matrimonio gay en California, abrió la vía para la reanudación de las bodas entre personas del mismo sexo en ese estado.
La máxima instancia judicial del país había sido llamada a pronunciarse sobre la constitucionalidad de la prohibición del matrimonio gay en California, o Proposición 8 consagrada en la Constitución californiana, que un grupo de activistas anti-gay buscaba confirmar.
Esa decisión, también de cinco votos contra cuatro, permitió a los jueces esquivar el tema más espinoso de si el matrimonio entre personas del mismo sexo es un derecho constitucional en Estados Unidos.
Doce estados del país y el Distrito de Columbia reconocen actualmente el matrimonio entre personas del mismo sexo, pero cerca de 30 estados han decretado que el matrimonio sólo puede existir entre un hombre y una mujer.
• BESOS Y APLAUSOS, PERO
TAMBIÉN INDIGNACIÓN
Con gritos y besos, y agitando las banderas con los colores del arco iris, que representan a lesbianas, homosexuales, bisexuales y transexuales (un grupo conocido por sus sigla en inglés LGBT), miles de personas celebraron en la capital lo decidido por la Corte.
«Ahora vamos a casarnos y ser iguales a cualquier otra familia en California», dijo Kris Perry, junto a su compañero Sandy Stier, en las escaleras de la Corte Suprema.
La polémica DOMA negaba a las parejas de gays y lesbianas los mismos derechos y beneficios federales de que gozan las parejas heterosexuales, desde recortes de impuestos y beneficios sociales hasta poder visitar a un cónyuge hospitalizado.
«Gracias a la Constitución… pero no es suficiente», añadió Stier. «Tiene que ser en todo el país. No se puede esperar décadas» para que el matrimonio igualitario sea legalizado a nivel nacional.
Obama, quien salió de Washington para una gira por África apenas una hora antes de que se conocieran los fallos, es el primer presidente en ejercicio en Estados Unidos en salir públicamente en favor de la igualdad en el matrimonio.
El gobierno respaldaba la lucha contra la DOMA encabezada por una viuda gay de Nueva York, Edith Windsor, Esta neoyorquina debió pagar altos impuestos por la herencia de su cónyuge, con quien se había casado en Canadá. De haber sido una pareja heterosexual, esa factura se habría reducido de manera significativa.
El portavoz de la Casa Blanca Jay Carney dijo que el presidente llamó a Windsor, de 83 años, para felicitarla.
Obama también llamó a Chad Griffin, director de Human Rights Campaign, la principal ONG por los derechos civiles de los LGBT en Estados Unidos, y a los vinculados al caso de la Proposición 8 para saludarlos por una «gran victoria».
«Ya era hora», dijo Amanda Werner, de 24 años, una bisexual de California. «Es una gran emoción».
En California, el gobernador Jerry Brown indicó que los matrimonios entre personas del mismo sexo, permitidos en el estado antes de la Proposición 8, podrían reanudarse en cuestión de semanas.
«Después de años de lucha, la Corte Suprema estadounidense ha hecho hoy al matrimonio entre personas del mismo sexo una realidad en California», dijo en un comunicado.
Tras la derogación de la DOMA, el secretario de Defensa, Chuck Hagel, dijo que los cónyuges de los homosexuales militares obtendrían los mismos beneficios que sus contrapartes heterosexuales, «tan pronto como sea posible.»
En tanto, el expresidente Bill Clinton, quien promulgó en 1996 la DOMA, pero luego llamó a revertirla, también aplaudió el fallo en una declaración conjunta con su esposa, la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton.
Indignación conservadora
Pero en filas conservadoras los dictámenes de la Corte provocaron indignación.
«El fallo de la DOMA ha normalizado la poligamia, la pedofilia, el incesto y la bestialidad inevitable», dijo Bryan Fischer, de la American Family Association.
«Con la decisión de la DOMA, hemos dejado de ser una república constitucional», escribió en la red social Twitter.
Un 53% de los estadounidenses apoyan el matrimonio entre homosexuales, según una reciente encuesta realizada por el instituto Gallup.
Chantal Valery / AFP