Coy Mathis, de 6 años, nació con sexo masculino, pero a los pocos meses de vida sus padres se dieron cuenta de que su verdadero género era femenino, por lo que decidieron tratarla como lo que era: una niña
WASHINGTON. Ahora, la pequeña acaba de ganar una batalla legal que, según los expertos, podría tener importantes repercusiones para la protección de los derechos de los menores transexuales en todo Estados Unidos. El pasado diciembre Coy debió abandonar el centro educativo de Colorado Springs en el que estudiaba después de que le notificaran que no podía seguir usando los baños de las niñas y que tendría que utilizar el de los niños o los baños individuales. Los padres de Coy, Kathryn y Jeremy Mathis, presentaron una denuncia frente a la División de Derechos Civiles de Colorado, alegando que el centro había violado los derechos de su hija y el estatuto antidiscriminación del estado que se aplica a los transexuales. Las autoridades acaban de dar la razón a la familia Mathis, con lo que en breve Coy podrá regresar a estudiar a la escuela con sus compañeros.
«Esperanza y optimismo»
Tras conocerse la noticia, Kathryn Mathis aseguró que no se trata solo de una victoria para Coy, sino también «para todos los niños transexuales» que «no tendrán que pasar su infancia siendo discriminados «. Los responsables de Fondo para la Defensa Legal y la Educación de los Transexuales (TLDEF, por sus siglas en ingles), quienes se encargaron de presentar la denuncia en nombre de la familia Mathis, creen que esta resolución es un hito en la lucha por la igualdad.
«Este caso nos da mucha esperanza y optimismo sobre el futuro de los transexuales en EE. UU.», le dijo a BBC Mundo Noah Lewis, uno de los abogados del TLDEF. «Con esta decisión las autoridades han enviado un mensaje alto y claro: que a Coy se la ha de tratar como a cualquier otra chica, como lo que realmente es», señaló Lewis. Según el letrado, «la resolución es histórica y tendrá repercusiones en otras escuelas del país», ya que especifica «que a todos los transexuales se les debe dejar utilizar el baño de acuerdo con su identidad sexual». Elisabeth Ricks, abogada del Proyecto de Justicia Transformadora de Illinois (TJLP, por sus siglas en inglés), cree que casos como el de Coy hacen que «los niños aprendan desde pequeños lo que es tratar en igualdad a la gente que es diferente». «Repesenta un paso adelante importantísimo para reconocer la igualdad de los transexuales, algo que debe suceder en todos los ámbitos de la vida», señaló Ricks en conversación con un medio local.
Trato en igualdad
Coy Mathis nació con rasgos sexuales masculinos. Al poco tiempo, sus padres se dieron cuenta de que quería ser tratada como una niña, negándose incluso a salir de casa con ropa de niño. A los cuatro años fue diagnosticada con un trastorno de identidad sexual, una categoría que el pasado año la Asociación Estadounidense de Psiquiatría eliminó de la lista de desórdenes mentales, al existir consenso entre la comunidad médica que la identificación con un género no puede ser cambiada.
Desde que empezó a acudir a la escuela, Coy siempre fue tratada por los profesores y sus compañeros como una mujer, usando los baños de las niñas.
Pero a finales del año pasado la situación cambió, después de que las autoridades escolares comunicaran a los padres de la pequeña que debía empezar a utilizar los baños de los niños o los lavabos individuales del centro.
En ese momento, tras tener que sacar de la escuela a la pequeña, Kathryn y Jeremy Mathis decidieron acudir al TLDEF para que presentaran una denuncia contra las autoridades escolares. «La madre de Coy no quería que su hija tuviera que sufrir acoso y discriminación al ser obligada a utilizar un baño diferente al que utilizaban las otras niñas», explica el abogado Noah Lewis. «La ley antidiscriminación de Colorado señala que a los transexuales se les debe permitir usar el baño que corresponde a su identidad sexual», recuerda el experto.
Desde el TLDEF escribieron una carta a los responsables escolares del distrito haciéndoles saber lo que decía la ley y pidiéndoles que dejaran utilizar el baño de las chicas a Coy, a lo que contestaron que no pensaban cambiar su posición.
Fue entonces cuando, en nombre de los padres de Coy, presentaron una denuncia ante la División de Derechos Civiles del estado, que les acaba de dar la razón. Según Noah Lewis, «Coy es un símbolo de esperanza para los transexuales de todo el país, ya que demuestra que las cosas están mejorando para las nuevas generaciones». «Los compañeros de clase de Coy van a crecer conociendo desde pequeños a una transexual y van a aprender a respetarla», señala.
Agencias