EL CAIRO. Las poderosas fuerzas armadas de Egipto dieron al presidente islamista Mohamed Mursi una suerte de ultimátum el lunes para que comparta el poder, instando a los políticos a acordar una hoja de ruta inclusiva para el futuro del país en 48 horas.
Un dramático comunicado militar emitido por la televisión estatal declaró que la nación estaba en peligro luego de que millones de egipcios salieron a las calles el domingo a exigir que Mursi renuncie y de que las instalaciones del partido gobernante Hermanos Musulmanes fueran saqueadas.
Desde la caída del ex presidente Hosni Mubarak hace más de dos años, la nación árabe más poblada ha seguido en estado de agitación, despertando preocupación entre sus aliados occidentales y en la vecina Israel, con quien Egipto firmó un tratado de paz en 1979.
Los partidarios de Mursi estaban furiosos por el comunicado. «El tiempo de los golpes de Estado se acabó», dijo Yasser Hamza, del grupo parlamentario de los Hermanos Musulmanes. Horas después, seguía sin haber reacción oficial del presidente.
Pero las palabras de los militares -que más tarde el lunes hicieron público un segundo comunicado negando que su acción fuese un golpe de Estado y que tuvieran cualquier ambición política-, provocaron alegría entre líderes liberales y la multitud que se reunía en la plaza Tahrir de El Cairo.
Los manifestantes aclamaron a helicópteros militares que sobrevolaron el lugar flameando banderas nacionales.
«Si las demandas del pueblo no son atendidas dentro del período definido, será deber (de las fuerzas armadas) anunciar un mapa de ruta para el futuro», indicó el comunicado firmado por el general Abdel Fattah al-Sisi,
El pueblo ha expresado su voluntad con una claridad sin precedentes en las manifestaciones masivas y perder tiempo sólo aumentaría el peligro de división y conflicto, agregó.
Horas después, un comunicado publicado en la página oficial de Mursi en Facebook indicó que el mandatario se reunió el lunes con el jefe de las fuerzas armadas y el primer ministro.
La página fue actualizada luego de que el general Sisi enviara el aparente ultimátum a Mursi para llegar a un acuerdo para compartir el poder con sus rivales políticos en 48 horas.
La página mostró una foto de Mursi con Sisi y el primer ministro Hisham Kandil, sentados y sonrientes. No quedó claro cuándo fue tomada la imagen.
El Ejército señaló que controlaría la implementación de la hoja de ruta delineada «con la participación de todas las facciones y partidos nacionales, incluidas las personas jóvenes», pero que no se involucraría directamente en política o en el Gobierno.
Agencias