El programa deportivo «Béisbol Internacional», que la televisión estatal cubana emite cada domingo, transmitió íntegramente en diferido el choque en el que los Nacionales de Washington vencieron 3×1 a los Bravos de Atlanta, correspondiente a la actual temporada.
«Este es un juego para aprender. Estamos hablando de un béisbol extremadamente exacto, muy disciplinado y técnico», dijo uno de los comentaristas de la televisión cubana al presentar el encuentro, al que consideró como el «plato fuerte» del programa.
La difusión del choque es vista por expertos locales como un nuevo paso en el tímido regreso iniciado por la isla al profesionalismo, aparentemente en busca de elevar el nivel en el deporte, en baja principalmente por dificultades económicas y la constante fuga de atletas.
Especialmente en béisbol, Cuba, dueña de 25 títulos mundiales y tres olímpicos, no gana un torneo importante por esas razones desde el Mundial de Holanda-2005.
Cuba regresó el pasado mes de junio a la Serie del Caribe de béisbol luego de 53 años de ausencia y autorizó a tres de sus astros en activo a fichar en un club de la Liga Mexicana, hecho que solo había ocurrido antes con el extraclase Omar «El Niño» Linares, a quien se le permitió jugar dos temporadas en Japón (2002-2004).
Desde el pasado año, cuando la televisión local comenzó a transmitir partidos de la NBA, los aficionados cubanos esperaban por la anunciada difusión de partidos de las Grandes Ligas, que muchos siguen a través de la televisión por cable o satélite, que consiguen de forma ilegal.
«Es algo que estábamos esperando desde hace muchos años», dijo a la AFP un aficionado y agregó que «ojalá algún día se puedan ver en alguno de esos juegos a peloteros cubanos» como Yoennis Céspedes, Kendrys Morales, Aroldis Chapman o Yasiel Puig, considerados desertores por el gobierno Cubano al marcharse de la isla y fichar por clubes de Grandes Ligas estadounidenses.
AFP