A última hora del martes, el presidente Mursi pidió a las fuerzas armadas que retirasen el ultimátum para compartir el poder con sus rivales políticos presentado el lunes y dijo que no se sometería a sus dictados
EL CAIRO. Las fuerzas armadas de Egipto suspenderían la Constitución y disolverían el Parlamento dominado por islamistas, según un borrador de la hoja de ruta política que seguirían en caso de que el presidente islámico Mohamed Mursi y la oposición liberal no lleguen a un acuerdo el miércoles, dijeron fuentes militares.
A última hora del martes, el presidente Mursi pidió a las fuerzas armadas que retirasen el ultimátum para compartir el poder con sus rivales políticos presentado el lunes y dijo que no se sometería a sus dictados.
«El presidente Mohamed Mursi afirma su idea sobre la legitimidad constitucional y rechaza cualquier intento de desviarse de ella, y pide a las fuerzas armadas que retiren sus advertencias», dijo un tuit en la cuenta oficial del presidente en la red social Twitter, añadiendo que no lo cumpliría «interna o externamente».
Una fuente militar dijo que el Ejército había visto el comunicado de Mursi y que emitirían una respuesta.
Condenando el golpe de Estado contra su primer líder elegido libremente, decenas de miles de partidarios de los Hermanos Musulmanes de Mursi tomaron las calles, enfrentándose a sus rivales en varias ciudades. Sus protestas parecieron quedar eclipsadas por las de los cientos de miles de manifestantes antigubernamentales en todo el país.
El Ejército estaba alerta después de advertencias sobre una posible guerra civil. Siete personas fallecieron en los suburbios de El Cairo y cientos resultaron heridas en las provincias.
Las fuentes manifestaron a la agencia Reuters que el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas aún estaba debatiendo los detalles del plan, con el que se busca resolver una crisis política que ha llevado a millones de manifestantes a las calles. La hoja de ruta podría cambiarse en base a consultas y desarrollos políticos.
El jefe de las fuerzas armadas, el general Abdel Fattah El-Sisi, instó a Mursi en un comunicado emitido el lunes a acordar, en 48 horas, compartir el poder con otras fuerzas políticas, diciendo que de otra forma los militares fijarían su propia hoja de ruta para el futuro del país.
La principal alianza de liberales e izquierdistas de la oposición ha rehusado hablar con Mursi exigiendo, junto con activistas jóvenes, la renuncia del mandatario.
PROYECTO
Las fuentes dijeron que los militares pretendían instalar un consejo interino, compuesto mayoritariamente por civiles de diferentes grupos políticos y experimentados tecnócratas, para que gobierne el país hasta que se proyecte una enmienda de la Constitución en algunos meses.
A eso le seguiría unas nuevas elecciones presidenciales, mientras que los comicios parlamentarios se retrasarían hasta que entren en vigor estrictas condiciones para la selección de candidatos, indicaron las fuentes.
Las fuerzas armadas planeaban reanudar las conversaciones con el Frente de Salvación Nacional, principal partido opositor, y otras organizaciones políticas, religiosas y juveniles una vez que el miércoles expire el plazo impuesto a Mursi.
La nueva hoja de ruta podría ser enmendada como resultado de esas consultas, añadieron.
Las fuentes no indicaron cómo lidiarían los militares con Mursi en caso de que se niegue a retirarse rápidamente.
Entre las figuras que se consideran para ocupar el puesto de jefe de Estado de forma interina está el presidente de la corte constitucional, Adli Mansur.
El borrador del Ejército se asemeja mucho a las propuestas para una transición democrática presentadas por el Frente de Salvación Nacional, que se reunió el lunes con el exregulador nuclear de la ONU Mohamed ElBaradei para negociar con los militares los pasos a seguir.
Las fuentes dijeron que los nuevos acuerdos sobre el período de transición serían completamente diferentes al régimen militar que siguió al derrocamiento del líder autocrático Hosni Mubarak tras la revuelta popular de la Primavera Árabe en 2011.
En ese momento, el consejo de las fuerzas armadas mantuvo efectivamente el poder pero fue criticado por políticos liberales y de izquierda por no poner en marcha reformas económicas y políticas vitales, y por inclinarse por los Hermanos Musulmanes, que llevaron a Mursi a ganar los comicios.
Agencias