La estatua de San Juan Bautista indica que ya estamos en Carache, quizás uno de los pueblos más grandes del estado Trujillo.
Para ingresar al delicioso poblado andino donde el característico pachequito invita a saborear algún chocolate calientico apenas al llegar desde Loma de Bonilla. También desde La Concepción ingresamos y en cualquiera de las circunstancias resalta la estatua de San Juan, que fue lograda por el reconocido escultor David David.
Entrañables recuerdos tenemos de Carache, especialmente de lo que tiene que ver con su hospitalaria gente, y con las estructuras coloniales que aún se conservan en el poblado que cuenta con una población de 29 mil 51 habitantes.
Comer y disfrutar…
Comer mute, arepas de maíz pelado o de polvo de maíz; y tal vez un migote de aguacate, se podría convertir en una especie de obsesión para quien visita Carache.
Muy cerquita de la placita en la que se observa la estatua de San Juan, los locales comerciales abundan, y enseguida que vamos disfrutando del amplio movimiento comercial de la población, nos vamos a topar con la Plaza Bolívar.
Los campanarios de la iglesia hacen pensar que estamos en cualquier otro lugar mágico del mundo, sin embargo, en realidad estamos justo en uno de los más maravillosos poblados andinos de nuestro país, digno de encabezar cualquier reseña turística de primera línea.
“Tierra de la amable libertad”
Las personas pasan de un lado al otro y sonríen siempre, pareciera que para el carachero es sumamente necesario sonreír siempre, y enseguida nos enamoramos de cada rincón que podemos apreciar.
Juan José Fernández, joven estudiante de Historia en la Universidad Central de Venezuela (UCV), en Caracas, y a quien le fascina su poblado (al cual llega cada vez que sale de vacaciones estudiantiles), nos explicó que en 1.561 Carache comienza su historia, siendo declarado como San Juan Bautista de Carache. Fue Francisco de la Hoz Berrío quien declara la población, siendo entonces gobernador de la Provincia de Venezuela.
Verificando un poco de esta historia hicimos una consulta en la página www.pueblosdevenezuela.com/Trujillo, donde efectivamente se pueden encontrar estos datos aportados por Juan José, así como se refiere que “(…) El 14 de agosto de 1781, el Visitador de la Real renta del Tabaco, Don Carlos del Pozo, llega a Carache para cobrar los tributos para la corona española, fue entonces cuando los pobladores aborígenes del pueblo aprovechan para alzarse y unirse al movimiento emancipador comunero de Mérida, que cobró fuerza en los Andes venezolanos. Es por eso que Carache también se le conoce como La Tierra de la Amable Libertad”.
Llegandito
En el lugar donde se consiguen lo que se conoce como Los Silos de Monay y el paso de Sabaneta, en la vía Lara-Zulia, permite divisar La Cuchilla, el sector por el que se llega de la manera más cómoda a Carache.
Desde otro sector que se conoce como Santa Ana, también se llega a Carache, y aunque parte de la carretera es de tierra, hay sectores en los que ya se ha asfaltado completamente. Las zonas de Loma de Bonilla, ya se encuentran en mejores condiciones, y a través de estos sitios quien va a Carache puede disfrutar mucho más conociendo rincones como Bursay.
Desde el estado Lara se puede ingresar a lo que se conoce como Carache-Agua de Obispo, y eso se logra llegando desde El Tocuyo.
Definitivamente atravesar todos estos sitios se disfruta mucho más si se va en vehículo particular, dado que podemos hacer un alto y disfrutar el escenario, mientras que en las rutas de colectivos es más difícil este disfrute, sobre todo porque existen tramos en los que la carretera no está en las mejores condiciones, y los ruteros desean salir de allí a toda prisa.
La Pandita
En Carache Luzmar Mendoza, una joven cuya familia ama visitar el lugar de cuando en cuando, desde que se fueron de excursión con unos amigos hace 5 años, nos asegura que para ella una de las mejoras zonas del poblado trujillano es La Pandita. Esta es un área tropical y la misma está llena de mucha magia matizada por lo tropical de su vista.
Su cultura y tradiciones enamoran a Luzmar y a su familia, y a nosotros nos terminan encantando. En la comunidad las personas te hablan con mucho cariño, y te invitan a probar el producto su culinaria sin desmedro alguno.
¡Exquisito!
Las caraotas fritas y el mojo de huevos con picante se tradujeron en el plato ideal para desayunar cuando arribamos a Carache. Tuvimos la ocasión de probar el mute y nos sentíamos extasiados, así como con las arepas de polvo de maíz que devoramos durante la cena. El baitdo de panela como postre fue el remate de un almuerzo que queríamos hacer interminable; al igual que el bocadillo de cidra.
¿Qué hicimos?
Para divertirse en Carache no existen demasiados sitios nocturnos, pero si se trata de sacar el estrés, es divertido y delicioso caminar y conocer la población. La Iglesia de San Juan Bautista, la Plaza Bolívar, Loma de Bonilla, la Piedra Puente Gómez, la zona central y pare de contar
Mene Grande
Aún cuando actualmente la población de Carache cuenta con una buena cantidad de opciones para poder disfrutar de la zona, ya sea a través de una excursión, o en medio de un íntimo viaje familiar, definitivamente uno de los sitios más recomendables para estar cómodo y en sitio céntrico es la Posada Turística Mene Grande. Allí se cuenta con tasca y restaurante, y cómodas habitaciones, así como alrededores totalmente naturales. Allí se llega desde el sector Centro de Carache (calle 7 y 8 de la Avenida 3 Libertad).
Janeth Solórzano
janethmaye@yahoo.com