Observar un atardecer desde lo alto de la colina que domina el paisaje es simplemente alucinante. Cuando se llega a este punto de Coche, se entiende perfectamente aquella leyenda local que asegura que el 80% de la población de la isla fue concebida gracias a los poderes afrodisíacos de esta bahía. La magia de Playa Amor te envuelve, te arrastra a creer que Cupido existe.
Enclavada al sur de la isla, su extensa costa de arcilla conformada por altos riscos se tiñen de rojo intenso al llegar el atardecer. “Aquí entran 2 y salen de 3 a 4”, dice entre risas Milagro Salazar, guía de la famosa Chiva Rumbera, servicio de tours que diariamente traslada hasta este punto a decenas de turistas.
Mi recomendación es recorrer este islote, ubicada al sur de Margarita, a bordo de uno de uno de estos autobuses que fueron cuidadosamente transformados para prestar un servicio que no sólo te lleva a ver el atardecer desde Playa Amor, sino a otros sitios de interés turístico e histórico.
La primera parada es en la antigua salina de Coche, punto donde funcionó por muchos años una empresa procesadora de sal. Media docena de montañas del producto brillan con los intensos rayos del sol, mientras Milagros narra su historia. Al retirarte te entregan una bolsa llena de piedras de sal, mientras te explican sus múltiples beneficios.
A pocos minutos de recorrido y luego de atravesar San Pedro de Coche, capital del municipio Villalba, la Chiva se detiene frente a la “Piedra de Piache”. La gruta está ubicada muy cerca de la Plaza Bolívar de la población, la leyenda dice que si esta enorme piedra se cae la isla se hunde en el mar. Por si acaso, los residentes han colocado bases y enormes palos para evitar que se desprenda.
La siguiente parada es en el cementerio de conchas marinas, al cual se llega luego de bordear la costa y observar, con suerte y dependiendo de la época del año, una gran cantidad de flamingos que aprovechan la tranquilidad del mar en este punto de Coche para alimentarse.
Al igual que la salina, el llamado cementerio está dominado por montículos de millones de conchas, las cuales llegaron hasta allí proveniente de una antigua fabrica que enlataba pepitonas y otros frutos del mar. Actualmente es la materia prima utilizada por los artesanos de la zona para elaborar souvenir. La Virgen del Valle, Jesús Crucificado, casas, barcos, collares y pulseras son elaborados con estas.
La rumba se arma durante el viaje de regreso. Sin previo aviso y aprovechando la oscuridad de la noche (si usted toma el último tours del día), los guía encienden algunas luces ubicadas estratégicamente dentro del autobús y en minutos la Chiva se convierte en una disco sobre ruedas.
El retorno a la zona hotelera de Coche se hace corto gracias a la música y la animación de Milagro, quien se encarga de sacar a bailar salsa y reguetón a todos, sin importar edad o procedencia. “Si eres gringo y no sabes menear las caderas, tranquilo, aquí te enseñamos”, agrega.
Si en sus planes está conocer Coche, no dude en hacer este tours. Contactarlos es sencillo, pues todo el mundo los conoce y en pocos años han logrado que la Chiva Rumba, que comenzó con una unidad y ya alcanza la docena, se convierta en uno de los negocios más productivos de la isla. Sin duda, un ejemplo a seguir en otras latitudes de nuestra hermosa Venezuela.
Daniel Murolo
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