Sergio Serrano y José Miguel García eran dos pequeños juguetones. Compartían tardes de recreación y disfrutaban en pleno su infancia. En una sola tarde murieron y quedaron atrás los sueños y aspiraciones de dos seres que apenas comenzaban a vivir
Unida a la fuerte sensación de sufrimiento y el dolor que ha provocado la temprana desaparición física de los jovencitos Sergio Antonio Serrano (10) y José Miguel García, quienes perecieran tras ser degollados y torturados por un adolescente de 17 años de edad, le viene a dos madres de familia la difícil tarea de levantarse y continuar la vida aún cuando un pedazo de ellas haya sido arrancado para siempre.
Y es que la tensa calma está impregnada en cada lugar de la Ciudad Socialista Belén, comunidad de Guarenas del estado Miranda en donde se suscitó el doble homicidio y también abuso de una niña de 11 años de edad, quien en un acto de valentía y con heridas en cuello, estómago y espalda se abrió paso entre una zona boscosa arrastrándose, hasta llegar a una calle en donde un buen samaritano le prestó ayuda llevándola a un hospital de la zona en donde se sigue recuperando bajo estrictos cuidados médicos.
La rabia y la impotencia tampoco se apartan del sentir de una comunidad entera que de una u otra forma se ve involucrada y afectada emocionalmente por un hecho deplorable e inhumano desde todo punto de vista, que sin duda pone en guardia a padres y representantes sobre la importancia de estar más que pendientes de sus hijos y de todo el entorno que los rodea, cuando el atareado ritmo de vida y las responsabilidades no permiten que sean observados de forma permanente.
Trabajan el caso
Como se recordara, el adolescente de 17 años de edad, quien al parecer habría confesado ser el responsable del atroz crimen, fue localizado en una vivienda de Guacarapa por funcionarios de Policía Municipal de Plaza y efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), quienes actuaron en una operación tipo comando contando con las descripciones obtenidas a través del testimonio que la niña dio en el hospital pese a su quebranto físico y emocional.
El sujeto ya conocido como «el Monstruo de Ciudad Belén», tenía escondida en su casa la ropa ensangrentada con la que cometió sus desenfrenados y abominables actos en contra de tres niños que solamente querían colectar mamones en las cercanías de su casa y jugar un sábado, libre de las tareas escolares.
También le fue encontrado en la vivienda un cuchillo que sería el arma homicida. El antisocial dijo durante la confesión ante las autoridades haber estado molesto porque lo regañaron. Ese fue el detonante que lo hizo salir de casa con las mismas intenciones que tuvo el mes de diciembre, cuando atacó a dos menores de edad de Guacarapa también con un cuchillo, caso por el cual estuvo detenido dos meses hasta que como ya fue informado por este medio obtuvo una medida cautelar que le permitió salir en libertad. No estudiaba ni trabajaba.
«Las averiguaciones en torno a este acontecimiento están comenzando. El Ministerio Público presentará al adolescente de 17 años de edad ante la Fiscalía 18 en los próximos días. Hubo elementos de interés criminalístico que contribuirán al buen desarrollo del caso, los cuales fueron recabados en la zona boscosa en donde fueron hallados los cuerpos de los niños. Esto ayudará a determinar si efectivamente el adolescente actuó sólo o si hay más implicados», dijo la fuente policial que suministró la información.
Se pudo conocer también que en la zona se encuentran desplegando operaciones permanentes a cargo del oficial jefe Cáceres Infante, quien lleva la delantera en el punto de observación policial mixto de la Ciudad Socialista Belén, a los fines de reforzar las medidas que resguarden la seguridad ciudadana. Fue producto a los continuos recorridos que realizan que pudieron dar rápidamente con la ubicación del presunto autor material del suceso.
Sueños que
se esfumaron
El sábado sería un día libre lleno de risas y diversión para los tres niños que fueron blanco de un cruel ataque cuando descargaban una plantación de mamones en la Terraza 1 de la Ciudad Socialista Belén. No se imaginaban que esta sería la última tarde que iban a compartir como amigos.
La niña de 11 años de edad se mantiene bajo la estricta vigilancia de los doctores de un nosocomio caraqueño a donde fue remitida desde el hospital del Ivss en Plaza.
Entre tanto, un silencio rotundo ha rodeado los salones de clase en los que se formaban Sergio Antonio Serrano y José Miguel García, en la Unidad Educativa «Creación Guacarapa» y en la Escuela Básica Estadal «Lino Bravo» respectivamente, ambas del municipio Plaza. La pena embarga a todo el personal docente y administrativo que todavía trata de sobrellevar la noticia y prefiere pensar que todo es una pesadilla.
Sergio y José Miguel eran dos pequeños juguetones. Compartían tardes de recreación y disfrutaban en pleno su infancia. El último de los mencionados tal y como fue reseñado en este medio era un destacado deportista y era reconocido por ser buen estudiante, por lo que estaba becado por la Gobernación del Estado Miranda. En una sola tarde murieron y quedaron atrás los sueños y aspiraciones de dos seres que apenas comenzaban a vivir.
En medio de la reflexión
Ante hechos de este tipo las opiniones que dominan apuntan hacia la necesidad de proteger a los niños y adolescentes del ataque de depredadores sexuales que por lo general y aunque no se pueda creer están en el entorno común de la familia.
Aquí se mencionan algunos consejos ofrecidos por CNN a través de su página web que hace un abordaje del tema: el depredador más probable es alguien que tú conoces, evita situaciones en las que tu hijo podría ser abusado, confía en tus instintos y en los de tu hijo y vigila a dónde va y con quién está.
Yohadi Arteaga
yoha-@hotmail.com