El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció el jueves que su gobierno evalúa la relación con España en rechazo a la decisión que tomaron las autoridades españolas de solicitar al mandatario boliviano, Evo Morales, revisar su avión presidencial a su paso por ese país, ante la sospecha de que el espía estadounidense Edward Snowden estuviese a bordo.
«Vamos a evaluar nuestras relaciones con España, con el gobierno de España», dijo Maduro a la prensa a su llegada al aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía luego de una gira de tres días que realizó por Rusia y Bielorrusia.
Sin dar explicar detalles de lo que implicará la revisión de las relaciones con España, el gobernante venezolano dijo que tomó esa determinación en rechazo a la decisión que tomaron las autoridades españolas de «pretender revisar el avión de un presidente suramericano. ¿Qué se cree ese presidente (Mariano) Rajoy?». «El gobierno de España es infame», agregó.
Las autoridades españolas han negado que hayan pedido a Morales la revisión de su avión durante la parada que realizó en ese país en su retorno hacia Bolivia luego de participar en Rusia con varios gobernantes, incluido Maduro, en una cumbre de países exportadores de gas.
Maduro también fustigó a Estados Unidos al decir que la CIA fue la que ordenó a las autoridades de varios países europeos que impidieran el paso del avión de Morales en su regreso a Bolivia. «Fueron los jefes de la CIA en cada país quienes sometieron a las autoridades aeronáuticas de cada uno de estos países», aseguró.
El avión del presidente boliviano no pudo pasar por Francia, Portugal, ni Italia después de que estos países negaran el permiso de tránsito una hora antes, según el gobierno de Bolivia, por sospechas de que Snowden estuviese a bordo.
La aeronave presidencial aterrizó de emergencia el miércoles en Viena y Morales permaneció en el aeropuerto de ese país durante unas 14 horas.
Antes de despegar de Viena, el presidente boliviano negó que Snowden, acusado de espionaje por filtrar informaciones sobre el control de registros telefónicos y tráfico de internet que realiza Estados Unidos, viajara en la aeronave presidencial.
El avión aterrizó a primera hora de la tarde del miércoles en el aeropuerto de Las Palmas de Gran Canaria, en España, y tras una escala de poco más de una hora para repostar combustible, en la que Morales no se dejó ver, prosiguió su vuelo a territorio sudamericano.
Bolivia acusó a Estados Unidos de ordenar a Europa paralizar el vuelo de Morales y calificó el acto de «agresión», pero Francia, Portugal y España, principales implicados en la discordia, negaron haber bloqueado su espacio aéreo.
La embajada de Francia en Bolivia informó en un comunicado de prensa que el ministro de Relaciones Exteriores Laurent Fabius se comunicó con su par de Bolivia, Davis Choquehuanca, y le ofreció unas disculpas por el «contratiempo».
Los países europeos implicados desmintieron la versión de Bolivia. El portavoz del gobierno francés, Najat Vallaud-Belkacem, aseguró que el vuelo fue autorizado, aunque no aclaró si efectivamente hubo prohibición en un primer momento.
En un comunicado, la cancillería portuguesa explicó que se permitió el vuelo, pero no la escala en Lisboa, por unos problemas técnicos sin especificar.
Por su parte, el ministro del Exterior español, José Manuel García-Margallo, afirmó que España no prohibió al presidente boliviano aterrizar en el país ibérico y que tampoco es verdad que solicitase registrar el avión.
En relación al caso de Snowden, Maduro dijo el jueves que recibió una solicitud de extradición del ex agente de parte de Estados Unidos y que decidió rechazarla.
El mandatario ha dicho que está dispuesto a analizar la solicitud de asilo de Snowden, pero que esperará «la reacción del mundo» para dar una opinión final del caso.
Snowden aparentemente permanece en una zona de tránsito de un aeropuerto de Moscú y ha pedido asilo a una veintena de países.
Maduro confirmó su asistencia este jueves a la cumbre de Unasur en Cochabamba para expresar su apoyo a Morales.
AP