El expresidente sudafricano Nelson Mandela se encontraba la semana pasada en «un estado vegetativo permanente» y su familia contempló desconectar las máquinas que lo mantienen en vida, según un escrito judicial del 26 de junio pasado al cual la AFP tuvo acceso el jueves.
Mandela «está en un estado vegetativo permanente y bajo asistencia respiratoria» dicta el documento. «Los médicos aconsejaron a la familia Mandela desconectar las máquinas que lo mantienen artificialmente en vida. En vez de prolongar su sufrimiento, la familia Mandela estudia esa opción como algo muy probable», añade el abogado David Smith, autor de este escrito judicial.
El documento fue presentado al tribunal de Mthatha (sur), en apoyo a la demanda presentada por una parte de la familia para obtener el traslado de los restos de tres hijos de Nelson Mandela a la aldea de Qunu (sur), donde el héroe de la lucha anti apartheid quiere ser enterrado.
El mismo día, el pasado jueves, el presidente sudafricano Jacob Zuma, anulaba a último momento un viaje a Mozambique, después de haber visitado por la noche a Nelson Mandela.
En ese momento, Sudáfrica temía un desenlace eminente, pero la presidencia sudafricana anunció al día siguiente una mejoría. Desde entonces, la presidencia afirma que el estado de salud del padre de la nación, hospitalizado por una grave infección pulmonar, es «crítico pero estable».
Contactada por la AFP, la presidencia se negó a comentar el contenido de este documento.»De acuerdo a nuestro punto de vista, fundado en los informes médicos, el estado de salud del expresidente es crítico pero estable», declaró el portavoz Mac Maharaj.
El contenido de este documento contrasta con las declaraciones del jueves por la mañana de la esposa de Mandela, Graça Machel, que pasa largas horas al día en el hospital de Pretoria, donde su esposo está hospitalizado desde el 8 de junio pasado.
«Hace unos 25 días que estamos en el hospital. Aunque Madiba no siempre ha estado bien, ha sufrido muy poco», dijo su esposa a la prensa en una rueda de prensa de la Fundación Mandela en Johannesburgo. «Pero él está bien», añadió.
En base a esta demanda, el tribunal de Mthatha ordenó el miércoles al nieto mayor de Nelson Mandela, Mandla, llevar los restos de su padre, de su tía y de su tío al panteón familiar de Qunu.
Mandla había decidido unilateralmente en 2011 trasladar los restos de sus tres familiares hacia el pueblo natal de su abuelo, Mvezo, donde es el jefe tradicional.
Cuerpos enterrados en Qunu
Tras la decisión de justicia del miércoles, los restos fueron exhumados esa misma tarde bajo el control de un alguacil, que tuvo que forzar la verja de la residencia de Mandla para llegar hasta el lugar de las sepulturas.
Los restos de Makaziwe, muerta cuando era bebé en 1948; Thembekile, muerto en un accidente de carretera en 1969, y de Magkatho, fallecido de sida en 2005, fueron trasladados a Mthatha, donde fueron sometidos a un examen forense.
Poco después fueron enterrados en el panteón familiar de Qunu, según confirmó la policía. «Estamos ahora en el cementerio para enterrar los restos. Estamos realizando la inhumación en este momento», dijo a la AFP el teniente coronel Mzukisi Fatyela, portavoz de la policía del Cabo oriental (sur).
Mientras eran enterrados los cuerpos, Mandla Mandela, organizó una conferencia de prensa difundida en directo en todo el país, para saldar las cuentas con varios miembros de la familia.
«Me encuentro en el centro del ataque de individuos que buscan un minuto de gloria y atención mediática a mi costa», declaró. Aunque se defendió de querer «lavar ropa sucia en público», atacó personalmente a varios de ellos.
Su tía Makaziwe: «en lugar de ser una fuerza de unidad, no ha hecho más que sembrar la división en la familia».
Su mediohermano Ndaba: «El sabe que mi padre preñó a una mujer casada y él es el resultado de este acto».
Su otro hermano Mbuzo: «Fecundó a mi propia esposa» (Anaïs Grimaud, de la isla de la Reunión a donde regresó después).
A juzgar por las primeras reacciones en Twitter, a los sudafricanos no les han hecho ninguna gracia estas declaraciones. «Felizmente que el legado político de Mandela es demasiado fuerte para ser destruido», «uno no elige a su familia», «Quizá sea un Mandela, pero no creo que sea un Nelson…», se podía leer en la red social.
AFP