Rodeados por inmensas montañas de un esplendoroso verdor que lleva a sus visitantes a fantasear con amorosos cuentos de antaño, Tovar es un pequeño pueblo perteneciente sur-oeste del estado Mérida, recocido por su particular recelo con la cultura y su gente alegre, vivarachera, conservadora, engalanada con una impecable educación que parece mantenerse desde tiempos remotos y dedicada principalmente a la agricultura.
Esta localidad, ubicada a uno 74 kilómetros de la capital de la entidad, goza de un encantador un clima promedio de 21 grados centígrados, frío que lo convierte en un atractivo para los venezolanos, dado a que la mayoría del territorio del país posee temperaturas altas.
Este destino se presenta como un atracción diferente y educativa, pues cada rincón de esta maravillosa población pareciera contar una historia, y remontar a espectador a los elegantes tiempos del siglo XIX, que forjaron la historia de la independencia venezolana.
Atractivos turísticos
Uno de sus principales atractivos turísticos son las casas de época que aún se conservan en pie; en su mayoría poseen dos pisos, con balcones, columnas y fachadas que nos remontan al pasado. Como es el caso de la Casa Musche, que cuenta amplios corredores y acogedores patios internos, los cuales datan del año 1876 y que en la actualidad es considerada patrimonio municipal.
La iglesia, Monumento Histórico de la región, se presenta como otra curiosidad digna de admirar. Dedicada a la santa patrona de Tovar “Nuestra Señora de Regla” y sobreviviente de un gran terremoto en 1894, data del año 1850, pero tardó más de 100 años es ser completamente construida, ya que fue culminada en 1956.
La Plaza Bolívar y de Toros, también son de interés turístico. La primera, diseñada con un estilo sencillo y contemporáneo, parece atemporal en este pueblo de antigüedades y bajo su piso se encuentra un sótano que fue convertido en biblioteca. Mientras tanto, la segunda, es la única del país que posee un techo, creado por el hecho de que en septiembre, mes en el que celebraban los festivales del lugar, usualmente llueve.
Los enormes y hermosos espacios verdes que rodean al pueblo son dignos de una excursión. El cerro Meseta La Galera, por ejemplo, es muy llamativo dado a su singular belleza y atractivo paisajístico, que tienen la particularidad de ser plano en la parte superior, que le da similitud de Tepuy.
El Páramo de Mariño, es punto de visita de gran importancia. Su amplia extensión, abarca segmentos de dos municipios de Mérida y dos de Táchira, pero la parte que corresponde a Tovar posee bellas montañas y paisajes exuberantes, como la Laguna Blanca, que ostenta calmadas aguas que reflejan la espesura de los árboles y las pequeñas de comunidades, dándole un efecto de óleo vivo.
En conclusión, Tovar es en definitiva, por su adorable inocencia que atrapa y su encanto que hechiza, otro destino para enamorarse de Venezuela.
Dónde quedarse
Para quedarse en el pueblito de Tovar es recomendable optar por las posadas o cabañas, que ofrecen un trato muy personal y hacen de la experiencia más vívida, pues estas estructuras se mezclan con las viviendas del lugar. Además muchas de ellas están enclavadas cercas de las áreas turísticas, ofreciendo mayor comodidad al momento de emprender los paseos o excursiones.
Personalidades tovareñas
Conocidos como personas cordiales llenos de amabilidad y calidez humana típica de Los Andes, los tovareños son considerados hombres ilustres y mujeres hermosas que han destacado en su profesiones, convirtiéndose en orgullo para los venezolanos. Tal es el caso del Johan Santana, que ostenta un doble Cy Young de la liga Norteamericana del Béisbol Profesional.
Anabel Barrios Díaz
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