Autoridades mexicanas monitoreaban este viernes la actividad del volcán y no descartan un nuevo aumento de la alerta
El aeropuerto internacional de la Ciudad de México operaba este viernes con normalidad después de que el jueves seis aerolíneas estadounidenses decidieran cancelar por precaución unos 60 vuelos debido a la ceniza emitida por el volcán Popocatépetl, ubicado a 65 km, informó la terminal aérea.
Unos 600 pasajeros continuaban afectados este viernes por la suspensión de alrededor de 60 vuelos de las compañías American Airlines, United Airlines, Delta, Alaska Airlines, US Airways y Airtran, aunque en la tarde del jueves ya empezaron a ser ubicados en otros aviones.
«El día de hoy (viernes) no tenemos reportado por parte de las aerolíneas ningún tipo de reporte de cancelación», dijo a la AFP un vocero del aeropuerto, que recordó que las cancelaciones del jueves fueron una medida preventiva de las compañías por un aumento de la actividad del volcán.
El Popocatépetl, la segunda cumbre de México con sus 5.452 metros de altura, intensificó su actividad el jueves al registrarse 99 exhalaciones y 12 horas de tremor de alta y mediana frecuencia, aunque este viernes amaneció más tranquilo.
Viento a favor
Según el último reporte del oficial Centro Nacional de Prevención de Desastres, correspondiente a las 02H00 locales (07H00 GMT), el volcán registró tremores de amplitudes variables acompañados por la emisión persistente de una columna de gases y cenizas de hasta 1,5 km de altura en promedio.
«El viento juega a nuestro favor y, aunque posiblemente haya algunas cenizas, hoy serán mucho menos», señaló el portavoz.
El Popocatépetl, también conocido como «Don Goyo», ha incrementado su actividad desde mayo cuando las autoridades mantuvieron durante 27 días el nivel de alerta amarillo Fase 3 (fase previa a la evacuación de comunidades) en los alrededores del volcán, aunque el 7 de junio decidieron reducirla a Fase 2.
Autoridades mexicanas monitoreaban este viernes la actividad del volcán y no descartan un nuevo aumento de la alerta.
Unos 4,5 millones de personas viven a 50 km a la redonda del volcán, 650.000 de ellas en zonas consideradas de alto riesgo. Actualmente, las autoridades restringen el paso a menos de 12 km del cráter.