Venezuela asume el 12 de julio por primera vez la Presidencia semestral del Mercosur bajo la sombra de la controversia por la situación de Paraguay en el bloque y por las diferencias comerciales entre sus dos principales miembros, Brasil y Argentina.
Un año después de su incorporación al bloque aprovechando la suspensión de Paraguay por la polémica destitución del entonces presidente Fernando Lugo, Venezuela llega a la Presidencia de un bloque al que el fallecido gobernante Hugo Chávez siempre vio como «un proyecto geopolítico que beneficia a todos los pueblos».
«Se trata de la más grande oportunidad histórica en 200 años en Venezuela», afirmó Chávez en el discurso que pronunció en la ceremonia de integración de su país al Mercado Común del Sur (Mercosur) en Brasilia, en junio del año pasado.
«El Mercosur es sin duda la locomotora más grande para garantizar nuestra independencia y acelerar nuestro desarrollo», agregaba Chávez, fallecido en marzo pasado. Venezuela recibe de manos de Uruguay la misión de dirigir una agenda que, según el presidente venezolano, Nicolás Maduro, se propone «aminorar las asimetrías» e «impulsar la integración de las cadenas productivas».
A finales de mayo en una gira por los países del bloque comercial, Maduro sostuvo que Venezuela apunta a «equilibrar» la balanza comercial con el Mercosur, al que aporta las mayores reservas de petróleo del planeta. «Ahorita estamos comprando un 70 por ciento de productos y estamos proponiendo equilibrar la balanza comercial con todos los países del Mercosur (…) y llegar a un respetable 60-40 % este año», explicó.
El país caribeño ve en el Mercosur, conformado por grandes exportadores de materias primas agrícolas, un aliado clave para contribuir a reducir los períodos de escasez de alimentos que suele atravesar su economía.
Venezuela ingresó al Mercosur a fines de junio del año pasado, en la misma cumbre de Mendoza (Argentina) en la que Paraguay fue suspendido al considerar que violó la cláusula democrática del bloque con la destitución de Fernando Lugo de la Presidencia en un controvertido juicio político, una semana antes.
El ingreso de Venezuela había sido aprobado por los presidentes de los países miembros en el 2006, pero se vio demorado por la negativa del Senado paraguayo a ratificar la incorporación. Los senadores paraguayos aseguraban que en Venezuela no se daban las condiciones democráticas para el ingreso del país caribeño al bloque del Cono Sur por culpa del Gobierno de Hugo Chávez.
Chávez denunció reiteradamente supuestas pretensiones de dinero por parte de senadores paraguayos que debían aprobar ese ingreso, a lo que, dijo, se negaba. «Les salió el tiro por la culata a los golpistas del Paraguay y no a ellos nada más, porque ellos solamente son instrumento del imperio yanqui, que estuvo detrás de quienes se oponen, se opusieron, al ingreso de Venezuela al Mercosur», dijo Chávez tras el ingreso de su país a Mercosur.
Así, la toma de posesión de la Presidencia rotativa seguirá empañada por la polémica con Paraguay. Ahora, en la Cumbre de Montevideo está previsto que los presidentes de los países miembros acuerden el reingreso de Paraguay, aunque Asunción ha puesto condiciones para su vuelta.
El presidente electo de Paraguay, Horacio Cartes, ha dicho que le corresponde a su país, y no a Venezuela, asumir la presidencia del bloque, por lo que pidió que el 12 de julio «se haga un cuarto intermedio hasta el 15 de agosto», día en que asumirá el Gobierno, y después se otorgue a Paraguay la Presidencia semestral.
Venezuela ya asumió durante el mes de junio varias presidencias pro tempore de organismos del bloque, entre ellas las secretarías en materia de seguridad y justicia, así como de cultura.
Maduro presidirá un Mercosur marcado por renovados frentes de conflicto entre Argentina y Brasil por los malogrados negocios de empresas brasileñas en suelo argentino, que complican también las negociaciones internacionales del bloque, entre ellas, las conversaciones para un tratado comercial con la Unión Europea.
En diciembre pasado, el Mercosur sostuvo que se constataron «notables avances» en el proceso necesario para la adaptación deVenezuela al bloque. El país caribeño tiene de plazo hasta 2016 para adaptar las nomenclaturas y normas comerciales del Mercosur, que al sumar aVenezuela se convertía en la «quinta economía mundial».
La oposición venezolana ha criticado el ingreso al Mercosur por medio de su líder, Henrique Capriles, quien señaló que no ayudará a mejorar la calidad de vida de los venezolanos, porque el país «importa prácticamente todo».
EFE