Venezuela, Bolivia y Nicaragua desafían a EE. UU. al ofrecerle asilo al exconsultor informático de la CIA
Venezuela, Bolivia y Nicaragua desafiaron abiertamente a Estados Unidos, con el que mantienen importantes intercambios económicos y tensas relaciones políticas, al ofrecer asilo al exconsultor informático Edward Snowden, acusado por Washington de espionaje y varado desde hace dos semanas en el aeropuerto de Moscú.
El presidente boliviano, Evo Morales, anunció este sábado su oferta de asilo a Snowden, luego de que la noche del viernes se pronunciaran en el mismo sentido los mandatarios de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Nicaragua, Daniel Ortega.
Estados Unidos no se ha pronunciado, pero analistas y diplomáticos no descartan repercusiones en las relaciones de Washington con estas tres naciones dispuestas a acoger al informático, que puso al descubierto un programa de los servicios de inteligencia estadounidenses para espiar llamadas telefónicas y comunicaciones por Internet.
Riesgos de ruptura
Después de que esta semana se desatara un fuerte roce diplomático con cuatro países europeos que prohibieron el paso del avión presidencial de Morales procedente de Rusia por sospechas de que Snowden viajaba en él, el mandatario boliviano no descartó el jueves el cierre de la embajada de Estados Unidos, que es su tercer destino en materia de exportaciones, con 1.759 millones de dolares en 2012.
En Venezuela, el caso Snowden estalla luego de que a principios de junio el gobierno de Maduro se comprometiera con Washington a normalizar relaciones, sin embajadores desde 2010.
«Si el asilo se concreta, sin lugar a dudas paralizará los pasos que ya se venían dando con Estados Unidos para recomponer las relaciones y que fueron pedidos por la misma Venezuela», comentó a la AFP la experta en relaciones internacionales y profesora universitaria María Teresa Romero.
La analista advierte además de las eventuales repercusiones del caso Snowden en la relación comercial con Estados Unidos, principal comprador de petroleo venezolano, con una cuota diaria de 900.000 barriles.
«Estados Unidos, primer socio comercial de Venezuela, puede decir en cualquier momento que no le compra más petróleo o que le compra menos. Ya Venezuela pasó a quinto lugar», comentó Romero al recodar la política de autosuficiencia energética de Washington.
Nicaragua, indica de su lado Michael Shifter, presidente de la asociación Diálogo Interamericano con sede en Washington, se muestra «ambiguo» y evita atacar a Estados Unidos, su principal socio comercial, destino de 28% de sus exportaciones y del que recibe anualmente unos 25 millones de dólares en préstamos y donaciones.
«Ortega quería tomar postura (en el caso Snowden) pero mantener buenas relaciones con Estados Unidos, así que posiblemente no cambiará mucho la relación con Washington», comentó.
En manos de Rusia
Nicaragua es el único Estado de los que han ofrecido asilo a Snowden que ha recibido la petición del informático, quien según WikiLeaks ha buscado refugio en 27 países.
El 23 de junio, Snowden partió de Hong Kong a Moscú en lo que se anunciaba como escala rumbo a una ciudad sudamericana, pero está varado en el aeropuerto ruso, con su pasaporte suspendido por Estados Unidos y una de las interrogantes es cómo viajaría a América Latina.
«No hay un manual, Rusia tiene que estar de alguna forma involucrada, dejar que se vaya sería un problema para Rusia, que vemos que no quiere meterse», comentó la analista Romero.
Milos Alcalay, exvicecanciller y exembajador venezolano en varios países, considera de su lado que «la pelota está en el terreno de Rusia» y no descarta que la estancia de Snowden en el aeropuerto moscovita pueda prolongarse aún más.
«Al haber ya las ofertas de asilo en Nicaragua o Venezuela, Rusia puede facilitar el traslado de Snowden a las embajadas o su salida directa en un vuelo. Pero antes tendría que negociar cómo ‘limpiar la ruta’, obtener autorizaciones de sobrevuelo en Europa o buscar incluso una ruta por el norte de África», explicó.
Tormenta de insultos
Milos Alcalay, exvicecanciller y exembajador venezolano en varios países, afirma que, conforme al derecho internacional, un país puede conceder asilo sin explicación alguna, pero deplora la «diplomacia del insulto» a la que, en su opinión, ha recurrido en Maduro y que amenaza la normalización con Estados Unidos.
«Venezuela puede recibir a Snowden, pero no tiene porqué generar una tormenta de insultos contra un país, Estados Unidos, que tiene todo el derecho de perseguir el delito por el que se le acusa» al experto informático, dijo Alcalay a la AFP
Sofia Miselem / AFP