El ex presidente conservador, que tras perder en las urnas anunció su retirada de la política, hizo ayer una aparición estelar en la sede parisina de su partido, la Unión por un Movimiento Popular UMP
PARÍS. El ex presidente francés Nicolas Sarkozy aseguró que su participación ayer en una reunión extraordinaria de la dirección de su partido, la conservadora UMP, no significa su vuelta a la política, pero subrayó que «cada vez que sea necesario» pueden contar con él. En lo que constituye su primera intervención importante en un encuentro de la UMP desde que perdió los comicios presidenciales de mayo de 2007 frente al socialista François Hollande, Sarkozy hizo un discurso muy político -a puerta cerrada, pero parcialmente difundido desde su cuenta en Twitter- en el que adelantó que el día que quiera tomar la palabra «será para hablar a los franceses de Francia».
»Dije el 6 de mayo (de 2012) que permanecería entre vosotros» y «podéis contar conmigo cada vez que sea preciso», subrayó Sarkozy también en su cuenta de la red social Twitter, que había permanecido inactiva desde ese día.
Aparición estelar
El ex presidente conservador, que tras perder en las urnas anunció su retirada de la política, hizo ayer una aparición estelar en la sede parisina de su partido, la Unión por un Movimiento Popular (UMP, en la oposición) ante 800 militantes, entre ellos la plana mayor de sus dirigentes, en un momento económico muy difícil para la formación. En su intervención ofreció una visión general de la crisis económica, de la situación de la UMP, a la que pidió unidad, y también de los objetivos europeos. En un segundo tuit, consideró que «hay algo de indecente al hablar de la cita presidencial (de 2017) cuando los franceses sufren».
Visión
«Yo continuaré mi camino con la preocupación de tomar distancia, de la reflexión, de la escucha y de la paz que necesito tras tantos años de exposición», había indicado poco antes en un primer mensaje en Twitter y en un discurso definido por un canal local como «una especie de programa político para la campaña electoral del partido». Aunque habló muy poco de ello, la presencia de Sarkozy en la sede de la UMP se debía a la decisión tomada la semana pasada por el Consejo Constitucional francés de rechazar las cuentas de su campaña presidencial de 2012, lo que priva a la Unión por un Movimiento Popular de 10,6 millones de euros.
Costo de la campaña
Según el Consejo Constitucional, Sarkozy gastó en su campaña a la Presidencia cerca de 23,1 millones de euros, pese a que el máximo autorizado era de 22.509.000 euros. Al respecto, Sarkozy reiteró ayer que esta decisión del Constitucional «crea una situación grave e inédita» en Francia y estimó que «la cuestión no es la UMP, sino el pluralismo».
Oficialmente, Sarkozy acudió a la reunión extraordinaria del buró político de la UMP, que comenzó a las 17.00 hora local (15.00 GMT), para, a puerta cerrada, dar un mensaje de apoyo a sus correligionarios, a quienes hizo un llamamiento a la unidad del partido porque «toda división es inaceptable» y «debilitadora». Ante ellos aseguró que alguien como él que «ha tenido el honor de representar a Francia durante cinco años tiene el deber de tomar sus responsabilidades». Subrayó, asimismo, la necesidad de preservar «el ideal europeo» como algo que es para «cada uno de nosotros una obligación», dado que «no hay una Europa», sino «varias». A su juicio, «hemos cambiado de siglo», por lo que no se puede tener una perspectiva del siglo XXI con las ideologías del XX. «Se habla de crisis económica, financiera, política… Hay una crisis que me preocupa mucho más, es la crisis de las ideas políticas», admitió.
Discurso
El exlíder de la UMP, cuyo discurso de media hora se cerró con una entusiasta ovación y los asistentes puestos en pie, dejó la sede del partido sin hacer declaraciones a los numerosos periodistas que le esperaban. Sí las hizo el presidente en funciones de la UMP, Jean-François Copé, quien resumió el discurso de Sarkozy como un mensaje «muy importante a la vez de amistad y solidaridad» y recordó que, como él mismo dijo, «no era un retorno a la política». La UMP atraviesa «una prueba» y es «normal que esté entre nosotros», añadió Copé. Debido a las regularidades constatadas por el Consejo Constitucional, el partido conservador perdió el derecho a recuperar el 47,5 % de los gastos de campaña, que debe devolver antes de que termine el mes de julio. Desde que el pasado viernes se inició una colecta para evitar la quiebra de la formación, los militantes de la UMP han aportado cerca de 2,5 millones de euros, según los medios franceses.
Agencias