El Gobierno egipcio criticó hoy con dureza lo que considera una «injerencia inaceptable» de las autoridades iraníes en la situación de su país, tras el golpe militar que destituyó al presidente Mohamed Mursi.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Badr Badelaati, expresó el «gran pesar» de Egipto por las «continuadas declaraciones de responsables iraníes que demuestran una falta de conocimiento preciso sobre la naturaleza de la evolución democrática que vive Egipto».
Para El Cairo, esos comentarios son una «injerencia inaceptable en los asuntos internos egipcios», por lo que el portavoz instó al Gobierno iraní a que «se centre en los desafíos internos y externos que encara su país, en lugar de intervenir en los asuntos» de otras naciones.
El régimen iraní afirmó hace tres días que le parece inadecuada la intervención de los militares egipcios en la vida política, aunque reconoció la ineficacia del gobierno del presidente Mohamed Mursi, derrocado el pasado día 3 de julio.
Esta reacción del Ministerio egipcio de Exteriores se suma a la convocatoria ayer de los embajadores de Turquía y Túnez para manifestarles su disconformidad con la reacción de ambos países a la caída de Mursi y la instauración de un nuevo régimen en Egipto.
EFE