«No había hablado con él desde antes de que dejara Hong Kong y hablamos el sábado y luego ayer (martes)», dijo Greenwald, que publicó las primeras revelaciones del caso.
Según el periodista estadounidense, que vive en Rio de Janeiro, Snowden «está un poco ansioso sobre el próximo paso, sobre lo que está haciendo, pero se siente muy bien sobre el debate que provocó».
«Está muy calmado, sin miedo y definitivamente feliz por las elecciones que hizo», añadió.
El exconsultor de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en inglés) estadounidense, sin pasaporte y varado en Moscú, está prófugo de la justicia de su país tras haber sido acusado de espionaje, después de filtrar a la prensa espectaculares informaciones sobre un programa norteamericano secreto de vigilancia de las comunicaciones mundiales.
Greenwald aseguró desconocer qué país escogerá Snowden para refugiarse. «No hablamos de planes de asilo, no sé cuáles son sus planes en ese sentido», indicó.
Tres países latinoamericanos le ofrecieron asilo: Venezuela, que para Greenwald sería la opción «más lógica», Nicaragua y Bolivia.
Brasil dijo el martes que no le concedería refugio.
El diario O Globo, que tuvo acceso a varios de los documentos divulgados por Snowden a Greenwald, informó que Brasilia formó parte de una red de 16 bases de espionaje operadas por los servicios de inteligencia de Estados Unidos, que intervinieron millones de llamadas telefónicas y correos electrónicos.