«Como animales» dicen vivir los miembros de las 6 familias que cumplieron dos meses de estar en calidad de refugiados dentro de las instalaciones del Centro Cultural «Mago», ubicado en el sector Las Clavellinas de la localidad mirandina de Guarenas, lugar al que indican no llega la ayuda gubernamental.
Evidentemente molestas, Drenys Tovar, Yoselín Giménez y Damarys Liscano, titulares de la cédulas de identidad número 18.556.893, 24.272.662 y 14.495.682 respectivamente, se acercaron hasta las instalaciones de La Voz para denunciar estar sumidos en el completo abandono junto a sus hijos, toda vez que no han recibido ni agua de parte de la Alcaldía del Municipio Plaza.
«Somos damnificados de barrio Bolívar, barrio Nuevo y Cogollal. Perdimos nuestras viviendas y enseres durante las fuertes lluvias del 5 de mayo. Ese mismo día, el propio alcalde Freddy Rodríguez nos llevó al Centro Cultural Mago, comprometiéndose a atendernos. Eso sí, nos dejó claro que habíamos perdido nuestras casas más no nuestros trabajos, por lo que debíamos sobrevivir. Eso bastó y sobró para que desentendiera por completo de nosotros. Lo que él no sabe es que aquí casi todas somos madres desempleadas y que precisamente lo que hacemos es sobrevivir. Nos repartimos la comida como podemos y así pasamos el día a día», expresaron las declarantes.
En este mismo orden de ideas, las denunciantes dijeron que a pesar de que perdieron sus enseres durante las lluvias, no han recibido dotación de ningún tipo.
-Dormimos en el piso -agregaron-. Son colchonetas prestadas por quienes hacen ejercicios en el Centro Mago. A veces nos toca despertar a nuestros muchachos porque tenemos que devolverlas para que ellos puedan realizar sus actividades. Aquí el alcalde no ha hecho inspección de ningún tipo y tampoco delega la responsabilidad a su personal. A los pocos días del 5 de mayo, hablamos con Freddy Rodríguez y se comprometió a acompañarme a mi (Drenys Tovar) a Caracas para que nos fuera asignado el código como damnificados por Copedri. Hasta la fecha lo estoy esperando. Me dejó embarcada.
Recalcaron que sin el código no pueden recibir dotación de alimentos ni de agua. «Los dos tanques del centro estaban contaminados. Los 9 niños que tenemos en el refugio sufren de alergias en la piel, mientras que los adultos hemos sufrido de complicaciones estomacales que causan vómitos y diarrea. Hacemos un llamado de emergencia a las autoridades, porque estamos a la buena de Dios», culminaron.
YA