La conflictividad se desató a raíz de la dimisión del ministro de Relaciones Exteriores Paulo Portas la semana pasada, amenazando la continuidad del Gobierno ya que el dirigente rige el partido CDS-PP de centroderecha
LISBOA. La crisis política en Portugal se profundizó ayer después de que el presidente rechazó un plan para arreglar una crisis de Gobierno y sus críticos lo acusaron de activar una «bomba de tiempo» al convocar elecciones anticipadas para el año próximo. El presidente Aníbal Cavaco Silva propuso un acuerdo interpartidario entre la coalición gobernante y la oposición socialista para garantizar un amplio apoyo a las medidas de austeridad necesarias para que Portugal salga de su rescate el año que viene y después celebre elecciones.
Sorpresiva maniobra
La sorpresiva maniobra se produjo justo cuando el primer ministro conservador, Pedro Passos Coelho, pensaba que había superado una crisis de gabinete con un acuerdo para mantener unida a su coalición de centroderecha. La decisión fue una llamada de advertencia para los principales partidos e indica que el presidente no cree que ninguno de ellos sea capaz de gobernar efectivamente hasta que termine el rescate en junio de 2014.
«Estamos en una situación que exige que los partidos políticos abandonen su zona de conmodidad», dijo Marina Costa Lobo politóloga en la Universidad de Lisboa.
Es difícil predecir cómo los líderes políticos afrontarán el desafió planteado por el presidente hasta que tengan reuniones partidarias y consultas con Cavaco Silva.
El actual mandatario fue el primer ministro electo por mayor tiempo entre 1985 y 1995 en representación del partido Social Demócrata de centroderecha y es considerado por analistas como una figura valiosa para la estabilidad política, por encima de cualquier otra.
Cavaco Silva ha dicho varias veces que no quiere usar «la bomba atómica», haciendo referencia a las elecciones anticipadas.
La iniciativa de Cavaco Silva provocó fuertes críticas en un país sumido en su peor recesión económica desde la década de 1970 bajo el peso de la austeridad impuesta por el rescate internacional.
Mercados cayeron
Los mercados portugueses cayeron como respuesta a la maniobra del presidente. Las acciones retrocedían 1,7 por ciento y los rendimientos de los bonos a 10 años trepaban ocho puntos básicos a 6,97 por ciento.
«El presidente de la República decidió superar la parálisis política entre los partidos de la coalición de gobierno añadiendo otro problema al que ya existía», dijo el diario Publico en su editorial. «Decidió tomar el poder», agregó.
Este tipo de acusaciones no se hacen a la ligera en el país que sufrió la dictadura más larga de Europa occidental bajo Antonio Salazar.
El opositor partido Socialista de centroizquierda, que encabeza las encuestas de opinión, afronta el dilema más complicado porque gobernó cuando el país pidió un rescate en el 2011 y ahora exigió nuevas elecciones. El partido llamó a una reunión para más tarde del día de ayer.
«Entre la espada y la pared»
«No es aceptable postergar las elecciones y forzar el compromiso de los socialistas con políticas de austeridad que han llevado al país a un desastre social, político y económico», sostuvo el ex líder socialista Eduardo Ferro Rodrigues.
Además, dijo que el presidente había colocado a los socialistas «entre la espada y la pared».
Según la Constitución portuguesa, el presidente tiene el poder de disolver el Parlamento y convocar a elecciones.
Cavaco Silva dijo que el Gobierno de coalición sigue al mando, pero rechazó la propuesta de remodelación del gabinete que presentaron los socialdemócratas y su socio de coalición, el derechista CDS-PP. Passos Coelho tenía pactada una reunión con él para ayer.
La crisis se desató a raíz de la dimisión del ministro de Relaciones Exteriores Paulo Portas la semana pasada, amenazando la continuidad del Gobierno ya que Portas dirige el partido CDS-PP.
Reuniones de urgencia
El primer ministro Passos Coelho celebró reuniones de urgencia la semana pasada con Portas y anunció el sábado que promocionaría a Portas como viceprimer ministro y lo puso a cargo de la coordinación de política económica.
El plan habría evitado la necesidad de elecciones a corto plazo y habría permitido al Gobierno permanecer en el poder hasta la finalización de su mandato en 2015. Analistas dicen que las elecciones podrían haber interrumpido las reformas bajo el rescate y las negociaciones con los prestamistas.
También dicen que Portugal podría verse obligado a negociar un segundo rescate si la estabilidad no regresa pronto. Funcionarios de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) visitarán Lisboa el 15 de julio para realizar su próxima revisión del rescate.
«Después de la confusión de la semana pasada cuando parecía que se había encontrado una solución, el anuncio del presidente llega como una sorpresa», dijeron analistas de Espirito Santo Research en una nota.
Agencias