La publicación Le Matin informó que Schlatter estaba trabajando cuando oyó un gran estruendo. «De repente escuché el sonido de una explosión, como un petardo. Entonces me di cuenta de un olor químico extraño y mis pantalones de trabajo comenzaron a incendiarse”.
Cuando la jefa de Schlatter, Stéphane Kubler, vino en su ayuda, las llamas ya habían alcanzado sus hombros. Fue llevada de urgencia al baño más cercano donde sus colegas apagaron las llamas antes de que ser llevada al hospital.
«Por suerte mi cabello estaba atado y mi suéter no se prendió fuego”, añadió.
Las quemaduras dejaron a Schlatter sin sensación en su muslo derecho y no podrá regresar a su trabajo hasta el 15 de agosto. Ahora planea presentar una demanda legal contra la fábrica coreana de teléfonos celulares.
En un comunicado, un portavoz de Samsung dijo: «Una vez que nos hemos apoderado del producto en cuestión, vamos a llevar a cabo un examen completo para determinar la causa exacta de este incidente”.
«Queremos asegurar a nuestros clientes que siempre hemos utilizado normas de seguridad con estricto control de calidad, para garantizar al usuario una experiencia segura y agradable», concluyó.
Este no es el primer incidente que se denuncia con un Samsung Galaxy S3.
En mayo de este año, un usuario publicó fotos en su Twitter de su Samsung Galaxy S3 destruido, diciendo que lo “despertó un fuerte ruido y un sonido chirriante raro». Afirmaba que el teléfono estaba a punto de incendiarse y su habitación se había llenado de humo.