LUXEMBURGO. El Gobierno de Luxemburgo dimitió el jueves, derribado por un escándalo de espionaje y corrupción que ha sacudido al pequeño país más conocido por sus banqueros acaudalados que por las intrigas políticas.
Jean-Claude Juncker, primer ministro desde 1995 y el jefe de gobierno más longevo de la Unión Europea, presentó su dimisión al gran duque Henri, el jefe del Estado que, según medios, también se ha visto implicado en el espionaje.
El Gobierno se vio obligado a dimitir después de que un partido socio de la coalición de gobierno retirara su apoyo por el aparente fracaso de Juncker a la hora de contener a un servicio secreto que estaba descontrolado.
Juncker ha propuesto celebrar elecciones generales en octubre, siete meses antes de lo previsto.
El catalizador de la dimisión fue una investigación parlamentaria publicada la semana pasada que dijo que la agencia de seguridad de Luxemburgo pinchó ilegalmente las comunicaciones de políticos y ciudadanos, compró coches para uso privado y aceptó pagos y favores a cambio de acceso a altos cargos influyentes.
Agencias