Tras la intervención quirúrgica realizada a la rodilla del delantero de la Vinotinto sub 17, los médicos confirmaron que no tenía el ligamento roto, como se le había dicho
Al delantero venezolano Andrés Ponce le realizaron finalmente la intervención que estaba pautada por su lesión en la rodilla y en dicha cirugía los médicos tratantes se dieron cuenta que el zuliano no tenía el ligamento totalmente roto y la recuperación será mucho más corta de lo estimado, al punto posiblemente si pueda jugar el Mundial sub 17 de Emiratos Árabes, tal como lo reseñó el diario la Verdad de Maracaibo.
«Fue un milagro», repetía una y mil veces Andrés Ponce ayer en la sala de recuperación de la Clínica Mérida. «José Gregorio Hernández me sanó la rodilla», balbuceaba, sollozaba, mientras escuchaba con asombro el diagnóstico de sus médicos tratantes, quienes carecían de un razonamiento científico para explicarle que el ligamento anterior cruzado de la rodilla derecha no estaba roto, como se apreciaba en las tres resonancias magnéticas a las que se sometió antes de la intervención quirúrgica.
Impresionado por la noticia, conmovido porque se le abrió una puerta del tamaño del cielo al Mundial de los Emiratos Árabes, el jugador rompió en llanto. Sentía que tantas horas de oración valieron la pena. «Solo me tuvieron que hacer una limpieza en la rodilla, porque siempre quedan coágulos de sangre. Me abrieron dos huequitos y un drenaje para limpiar».
Al igual que cuando toma el balón en el área grande y perfila su potente disparo, Ponce es un tipo de arraigadas convicciones cristianas. Cuando todo el mundo lamentaba su ausencia en el Mundial, producto de la lesión que sufrió en el estadio “Brígido Iriarte”, en un encuentro entre el Deportivo Táchira y el Atlético Venezuela, él tenía la certeza de que se recuperaría. «No tenía fe en el doctor José Gregorio, no le paraba, pero cuando me lesioné, el papá de una amiga me mandó unos medicamentos y me dijo que le pidiera mucho y yo lo hice con mucha fe, él me ha curado y me sanó la rodilla», contó a La Verdad el artillero, horas después de salir de la cirugía.
Ver para creer
Nadie en el entorno del «Gallito» puede creer lo sucedido desde otro punto que no sea el divino. «Todos los días le pedía con fe de rodillas, y gracias a Dios hoy se habla de otra manera de mi rodilla», expuso el delantero. «Desde hace algunas semanas, todo el mundo decía que era rotura de ligamento, pero (ahora) el doctor me vio y me dijo que eso no podía estar roto porque me veía bien y porque en lo clínico yo estaba en buenas condiciones».
A pesar de que nadie puede asegurar que estará a tono para la cita mundialista, Andrés tiene una nueva oportunidad de participar en el Mundial por el que tanto luchó en el Sudamericano de la categoría, evento en el cual fue el mejor goleador con cinco tantos.
La noticia cayó como un baño de esperanza en la concentración de la Sub17 que dirige Rafael Dudamel, que recuperó la esperanza de tener en Abu Dabi a su hombre gol, al milagro de José Gregorio Hernández.