WASHINGTON. La absolución del vigilante blanco George Zimmerman acusado de matar al joven negro Trayvon Martin en Florida (sureste) reabrió el estigma racial en Estados Unidos, donde el presidente Barack Obama llamó a la calma, cuando miles de personas protestan contra el fallo.
Nuevas protestas, en 100 ciudades de Estados Unidos, están previstas para el próximo sábado.
«Habrá manifestaciones el sábado en 100 ciudades frente a oficinas federales, para presionar al gobierno y que proteja nuestros derechos civiles», anunció Al Sharpton, líder de la lucha por estos derechos.
Millares ya salieron a las calles durante el fin de semana en Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Atlanta, entre otras ciudades, para protestar contra el controversial veredicto alcanzado por un jurado compuesto de seis mujeres (cinco blancas y una hispana), que declaró a Zimmerman, de 29 años, no culpable de la muerte de Martin, de 17.
Al menos seis personas fueron arrestadas en Los Angeles en la madrugada del lunes, cuando fuerzas policiales irrumpieron en una «concentración ilegal» que tenía lugar en Hollywood, cerca del edificio de la cadena CNN.
Otras 15 personas fueron detenidas en Nueva York, la mayoría por «conducta desordenada», según la policía, siendo liberadas más tarde.
El juicio que concluyó el sábado en Sanford, centro de Florida, dividió a la nación, entre quienes creen que Zimmerman, un estadounidense de madre peruana, actuó en legítima defensa y quienes piensan que lo hizo motivado por prejuicios raciales contra Martin.
Zimmerman fue acusado de perseguir y disparar a Martin, quien iba desarmado, durante un altercado que tuvieron en una urbanización privada la noche lluviosa del 26 de febrero de 2012.
«Es una vergüenza que en 2013 tengamos un veredicto que legitima el asesinato de un negro porque se acepta el uso de las armas de un civil contra otro», dijo a la AFP Amanda Hooper, una joven estudiante de Nueva York que estaba de visita en Sanford y se acercó a las manifestaciones frente a la corte que decidió el caso.
El presidente Obama tuvo que llamar a la calma el domingo tras el estallido de las protestas.
«Sé que este caso ha suscitado intensas pasiones. El día después del veredicto, sé que estas pasiones podrían intensificarse. Pero somos un estado de derecho y un jurado ha hablado», dijo Obama en un comunicado.
AFP