El Gobierno federal quiere realizar una consulta en el que la ciudadanía sea consultada previamente sobre los puntos de la reforma, para que después el Congreso vote las medidas en base a los resultados
BRASILIA (Reuters) – La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, defendió el miércoles la idea de realizar un plebiscito para establecer las bases de una reforma política, y señaló que recientes sondeos de opinión muestran apoyo a su propuesta para el cambio de las reglas políticas del país.
«Cuando se trata de reformas políticas, considero fundamental que tengamos como base (…) una consulta popular», dijo Rousseff en un discurso durante una reunión para conmemorar los diez años del Consejo de Desarrollo Económico y Social (CDES).
Dilma insistió con el plebiscito en momentos en el que el Congreso Nacional trabaja en la elaboración de los puntos básicos de una reforma para que, sólo posteriormente, sean sometidos a un referendo popular.
El Gobierno federal quiere realizar un plebiscito en el que la ciudadanía sea consultada previamente sobre los puntos de la reforma, para que después el Congreso vote las medidas en base a los resultados.
«Nosotros propusimos que hubiese una consulta al pueblo a través de un plebiscito, en el cual se expondrían las condiciones y se abriría un debate», dijo Rousseff.
«Hemos visto además en sondeos que (…) una reforma política hecha a través de una consulta popular es imprescindible como respuesta efectiva al deseo profundo que surgió de las manifestaciones», agregó.
Un sondeo de Datafolha y otro realizado por el instituto MDA para la Confederación Nacional del Transporte mostraron un apoyo del 68 por ciento a la propuesta del Gobierno de realizar un plebiscito para sentar las bases de una reforma política.
Los mismos sondeos mostraron una baja significativa en la aprobación al Gobierno y en la popularidad de Rousseff tras las masivas protestas en las principales ciudades brasileñas el mes pasado.
A fines de junio, tras una serie de protestas en todo el país, Rousseff propuso cinco auerdos a todos los gobernadores y a los prefectos de las capitales, entre ellos un plebiscito para autorizar «un proceso constituyente» para una reforma política.
Posteriormente, el Gobierno abandonó la idea de un proceso constituyente específico para la reforma y, a comienzos de este mes, envió al Congreso una propuesta de plebiscito para establecer las bases de los cambios.