La ciudad estadounidense de Detroit, cuna de la industria automotriz local, se convirtió este jueves en la mayor ciudad norteamericana en declararse en quiebra y pedir amparo legal ante esta situación, según documentos judiciales.
Esta ciudad que llegó a ser la cuarta mayor del país, perdió la mitad de su población desde 1950, expulsada por el crimen, la partida hacia los suburbios y los problemas de la indutria automotriz, que socavaron sus cimientos económicos.
«Los habitantes de Detroit (…) merecen un plan que les permita salir de la espiral que los arrastra hacia servicios públicos cada vez peores», argumentó el gobernador del estado de Michigan, Rick Snyder, en una carta que acompaña el expediente presentado ante la Justicia.
«La quiebra es la única solución que permitirá a Detroit volver a ser estable y viable», señaló.
El mes pasado la ciudad había anunciado que entraría en moratoria sobre una parte de los 18.500 millones de dólares que debe.
La quiebra o bancarrota le permitirá, de ser refrendada por la Justicia, buscar acuerdos con sus acreedores.
El gobernador Snyder nombró a un administrador de emergencia con experiencia en bancarrota este año, para reestructurar las finanzas de la ciudad.
Snyder indicó que habría «deseado mucho» que esa medida ayudara a la ciudad a evitar la bancarrota.
AFP