Hubo mucho de qué hablar en el 84º Juego de Estrellas: grandes jugadas en la tercera base del venezolano Miguel Cabrera y del dominicano Manny Machado; carrera empujada del dominicano José Bautista y una anotada cada uno de Cabrera y su compatriota Salvador Pérez.
Hasta hubo un triple conectado por nada más nada menos que Prince Fielder en lo que terminó siendo una victoria de la Liga Americana por 3-0 sobre la Liga Nacional.
Sin embargo, nada ni nadie pudo opacar la figura de Mariano Rivera, quien se despidió de los clásicos de media temporada por todo lo alto al lanzar una entrada en blanco y ser nombrado el Jugador Más Valioso del partido.
Cuando el panameño salió a tirar el octavo inning -estrategia astuta de parte del mánager de la Liga Americana Jim Leyland, para asegurar la posibilidad de que lanzara – los jugadores del joven circuito se quedaron en la cueva para dejar que el veterano de 43 años recibiera él solo una fuerte ovación de pie de los 45,186 aficionados en el Citi Field de Nueva York.
«Fue muy especial», dijo Rivera. «Ver a todos los fanáticos de pie y a ambos equipos parados fuera del dugout; los mánagers, coaches y jugadores …no tuvo precio”.
Antes del partido, Leyland había asegurado que Rivera lanzaría en este Juego de Estrellas, el 13º y último de su carrera, ya que ha asegurado que se retirará al final del 2013.
Algunas personas se sorprendieron cuando vieron a Rivera entrar al partido en el cierre del octavo inning con la Americana arriba 3-0, en lugar de esperar el noveno episodio para tratar de registrar el juego salvado.
Sin embargo, fue una estrategia que tenía todo el sentido del mundo. Al ser el joven circuito el equipo visitante, en teoría la Nacional pudo haber remontado en el cierre de la octava entrada y luego cerrado una victoria en ocho entradas y media (en tal caso, Rivera no hubiese podido lanzar).
Tomando en cuenta eso, el octavo fue para el panameño. «Yo quería pitchear», dijo Rivera al explicar la decisión. «Ya conoces el beisbol, puede pasar cualquier cosa. Leyland quería que yo lanzara, así que fue una gran idea”.
«Le agradezco que me haya dado la oportunidad aquí en Nueva York con los fans. Creo que fue un plan perfecto”.
Leyland agregó «Tenía que hacerlo, por si ocurría alguna locura”.
En la octava entrada, Rivera provocó rodado a segunda de parte del dominicano Jean Segura, línea de frente al jardinero izquierdo de Allen Craig y roletazo al campo corto del quisqueyano Carlos Gómez para sacar de 1, 2 y 3 a la Liga Nacional. El veterano hizo un total de 16 pitcheos, 11 de los cuales fueron de strike.
«Fue un honor jugar detrás de él», dijo el guardabosque de los Tigres de Detroit, Torii Hunter, quien estuvo en los jardines para el inning de Rivera. «Es uno de los mejores pitchers en la historia de este juego. Fue un gran momento y una gran noche”.
El oriundo de la Ciudad de Panamá es ahora el jugador de más edad en ser nombrado Jugador Más Valioso de un Juego de Estrellas. Termina sus intervenciones en clásicos de media temporada con 9.0 entradas de por vida, cinco hits y una sola carrera permitidos, cinco ponches y cero base por bolas.
Aunque el martes no hubo juego salvado para Rivera -quien tiene la marca de todos los tiempos en Juegos de Estrellas con cuatro- sin duda se llevó la noche.
«Fue sin precio», repitió el diestro de los Yankees de Nueva York, autor de 638 salvados en campaña regular y 42 en postemporada, ambos récords y por mucho. «No pude haber pedido nada mejor que esto. Agradezco cada elemento de esto a los fans, los compañeros y los colegas”.
El juego
Rivera hizo que todo un estadio se rindiera a sus pies y lanzó impecable en su último Juego de Estrellas.
En una noche emotiva que se amoldó al libreto, el relevista panameño sacó tres outs en fila en el octavo inning de la victoria 3-0 de la Liga Americana frente a la Nacional.
A meses de retirarse de las Grandes Ligas, Rivera, de 43 años, acaparó las miradas en un momento conmovedor.
«Estoy encantando y he disfrutado que haya pasado de esta manera», dijo Rivera, acompañado por su esposa Clara y sus tres hijos varones Mariano, Jafet y Jaziel.
Jim Leyland, el piloto de la Americana, había garantizado que el líder histórico de rescates iba a lanzar como fuese y cumplió con su palabra al enviarlo al montículo en la parte baja del octavo episodio con una ventaja de tres carreras.
Así las cosas, con la canción «Enter Sandman» de la banda de rock pesado Metallica retumbando en el Citi Field, Rivera caminó lentamente hacia el montículo del Citi Field, mientras los jugadores de ambos equipos aplaudían de pie desde las escalinatas de las cuevas. El hombre con el número 42 en la espalda estuvo 90 segundos exactos sin nadie en el terreno para recibir la ovación.
Fue su novena aparición en un Juego de Estrellas y se despidió sin haber permitido una sola carrera. Fue consagrado como el Jugador Más Valioso, el primer relevista que obtiene ese galardón en la historia del juego.
Mientras varios de los protagonistas salieron al terreno con zapatillas de colores psicodélicos, Rivera fue fiel a su estilo conservador, spikes de negro tradicional. Al lanzar, se convirtió en el segundo pítcher más longevo en ver acción en Juego de Estrellas. El más viejo fue Satchel Paige, quien tenía 47 años cuando lo hizo seis décadas atrás.
Un elevado de sacrificio de José Bautista, una roleta remolcadora de J.J. Hardy y un doble de Jason Kipnis produjeron las carreras del triunfo de la Americana, que puso fin a una racha de tres derrotas en el clásico de mitad de temporada. Joe Nathan se encargó de lanzar en el noveno para anotarse el rescate en vez de Rivera.
Max Scherzer se combinó con Chris Sale, Félix Hernández, Matt Moore y Grant Balfour para lanzar pelota de un hit en los seis primeros innings. El solitario imparable de la Nacional en ese lapso fue un sencillo de Carlos Beltrán con un out en la cuarta entrada.
El pítcher victorioso fue Sale, de los Medias Blancas de Chicago, tras cubrir dos innings perfectos para la Americana, que sumó su tercera blanqueda y primera desde la edición de 1990 en el Wrigley Field. La Nacional ahora domina en el historia con foja de 43-39-2.
La Americana logró fabricar una carrera en el cuarto inning ante Patrick Corbin.
Miguel Cabrera abrió el episodio con un doble entre el bosque central-derecho, avanzó a tercera con un sencillo de Chris Davis y anotó con el elevado de Bautista al central. La carrera cortó una racha de 17 ceros seguidos de la Americana, que se remontaba a un jonrón de Adrián González ante Cliff Lee en Phoenix hace dos años.
La segunda anotación entró en el quinto cuando Adam Jones inició el inning con un doble y luego cruzó el plato con la roleta de Hardy.
En la octava, Kipnis puso el 3-0 al disparar un doble con dos outs para remolcar desde tercera al venezolano Salvador Pérez.
Matt Harvey y Scherzer, los abridores, estuvieron dentro de una cifra récord de 39 debuts en un partido en el que actuaron cuatro peloteros con 21 años o menos.
El juego comenzó con un susto tremendo para los Yankees, cuando Harvey golpeó a Robinson Canó en la pierna derecha en el segundo turno. El segunda base tuvo que salir del partido, pero una radiografía arrojó negativo y el diagnóstico fue de un moretón en el cuádriceps derecho.
El clásico de mitad de temporada batió un récord de asistencia en el Citi Field de Nueva York, con 45.186 espectadores. Los Mets fueron anfitriones del juego por primera vez desde que se disputó en el Shea Stadium en 1964.
La Liga Nacional buscaba su cuarta victoria en fila, luego de haber perdido los primeros siete juegos desde que se decidió que el ganador del juego obtiene la ventaja de local en la Serie Mundial.
Por la Americana, los venezolanos Cabrera de 3-1 con una anotada, Pérez de 1-1 con una anotada. Los dominicanos Bautista de 1-0 con una producida, Nelson Cruz de 1-0, David Ortiz de 2-0, Edwin Encarnación de 2-0, Jhonny Peralta de 1-1.
Por la Nacional, los puertorriqueños Beltrán de 2-1, Yadier Molina de 2-0. Los dominicanos Pedro Álvarez de 1-0, Jean Segura de 1-0, Carlos Gómez de 1-0. El venezolano González de 2-0.
LA CIFRA
638 juegos salvados en su carrera, toda con los Yankees de Nueva York, tiene el derecho panameño Mariano Rivera, cifra tope en la historia de las grandes ligas
David Venn
lasmayores.com