Tras el crimen por encargo registrado en Antímano del que fue víctima un hombre de nacionalidad ecuatoriana, en menos de 12 horas se perpetró otro hecho con similares características en la avenida San Martín, cuando un comerciante colombiano fue ultimado a tiros
En tan sólo doce horas, dos comerciantes extranjeros nacionalizados en el país, fueron asesinados en el municipio Libertador de Caracas.
La noche de este miércoles, dos parejas de motorizados acribillaron de tres disparos en el rostro al comerciante colombiano Aclimer Alfonso Durán Fragozo, de 38 años cuando se bajó de un taxi que lo condujo desde el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía, hasta la avenida San Martín, en la parroquia San Juan.
Durán regresaba de Colombia, donde posee negocios relacionados con el ramo de la mueblería y desde el aeropuerto tomó un taxi particular para llegar a su residencia en las esquinas de Pepe Alemán a Cochera, residencias Aída, de la parroquia San Juan.
De acuerdo a la descripción de testigos, cuando el hombre se bajó del taxi a 20 metros de su residencia, fue sorprendido por cuatro hombres en dos motos que le dispararon sin mediar palabras.
El conductor del taxi huyó del sitio tras producirse las detonaciones, dejando al pasajero en el sitio, lo mismo que los motorizados que emprendieron la huida del lugar. El cuerpo del comerciante quedó tendido en el pavimento, donde fue inspeccionado por funcionarios del Cicpc que lo trasladaron a la morgue de Caracas.
La víctima no tenía ninguna de sus pertenencias, ni siquiera el equipaje que se presume quedó en el taxi que escapó del sitio. Sus familiares contaron a la policía que el comerciante viajaba con frecuencia a Colombia por negocios. Sin embargo, por el modus operandi la Policía Científica trabaja en base a la hipótesis de un sicariato por venganza.
La mañana de este miércoles, otro comerciante ecuatoriano había sido asesinado en la avenida principal de El Algodonal, en Antímano, también a manos de una pareja de motorizados que lo interceptaron cuando salió de su residencia hacia el colegio de sus hijos en El Paraíso. La víctima, presuntamente, conocía a sus atacantes.
AA