Los fans de Bruce Lee, el hombre que llevó las artes marciales al cine y tendió puentes entre el este y el oeste, en plena Guerra Fría, le siguen siendo fieles cuarenta años después de su muerte.
Turistas, fans del cine o de los deportes de lucha se reúnen estos días en la estatua de bronce erigida en la «Avenida de las estrellas», frente a un rascacielos de Hong Kong.
Este monumento «honra la memoria de Bruce Lee y los sueños que teníamos, cuando éramos niños, de un mundo sin fuerzas malignas gracias a los defensores de la justicia», dice una página de fans de Bruce Lee.
Nacido en San Francisco, el actor sino-estadounidense murió en 1973 a los 32 años de un edema cerebral.
Intérprete de películas de culto como «Furia oriental» o «Operación Dragón» Bruce Lee encontró su vocación… en los servicios de su instituto.
«En 1958, Bruce Lee era alumno del instituto Saint Francis Xavier’s», cuenta Wong Yiu-keung, presidente del Bruce Lee Club. «Un día, un padre le sorprendió peleándose en los servicios. Pero el padre era también aficionado al boxeo y, no sólo no le castigó, sino que le invitó a tomar clases de boxeo», cuenta.
Así nació su vocación. Poco después ganó sus primeras competiciones y abrió su primera escuela de artes marciales en Estados Unidos, antes de convertirse en leyenda.
Con motivo del 40 aniversario de su muerte, los seguidores pueden descubrir un «recorrido Bruce Lee» que sigue los pasos del maestro en Hong Kong: sus viviendas, su escuela, o incluso el monasterio que aparecía en «El retorno del dragón».
Su hija, Shannon Lee, inauguró el sábado una gran exposición en el Hong Kong Heritage Museum que reúne 600 objetos que le pertenecieron, como libros, cuadernos o túnicas, y organiza proyecciones.
Shannon Lee tenía cuatro años cuando falleció su padre. «Le conozco de manera diferente. A través de gente que lo conoció, sus amigos, mi familia, pero también a través de sus propias palabras, porque escribía mucho», y anotaba todos los libros que leía, cuenta su hija.
El primer hijo de Bruce, Brandon Lee, quien seguía los pasos de su padre tanto en lo que hace a las artes marciales como el cine, falleció en un trágico accidente a los 28 años, el 31 de marzo de 1993, cuando estaba filmando la película El cuervo (The crow), al recibir un disparo de una pistola que se suponía debía estar cargada con balas de fogueo.
Bruce Lee, campeón de kung-fu y creador del Jeet Kune Do, una técnica marcial, tiene muchos seguidores, como Jackie Chan, otra figura reciente de las artes marciales.
«El éxito le llegó gracias al kung-fu. Es como la danza y la música, es un lenguaje que se basta a sí mismo», dice su biógrafo, Roger Lo. Las películas de Bruce Lee «son como las películas mudas de Charlie Chaplin, universales», asegura.
«Lee tendió puentes entre las culturas occidentales y orientales. Creció tanto en Hong Kong como en Estados Unidos», explica el biógrafo.
Antes incluso de la célebre visita de 1972 del presidente estadoundiense Richard Nixon a la China de Mao «se veía a Bruce Lee en la televisión estadounidense y en los cines chinos», recuerda Roger Lo.
Otro de sus biógrafos, Chaplin Chang, es menos adulador y en su libro habla sobre todo de su mal carácter. «La gente quiere hablar bien de él, pero era simplemente un hombre», subraya.
AFP