El Estado Islámico de Irak y Oriente Medio, que se había formado este año con la fusión de las filiales de al Qaeda en Siria e Irak, dijo que había llevado a cabo los ataques a las cárceles de Abu Ghraib y en otra a cerca de 20 kilómetros al norte de Bagdad tras meses de preparación
BAGDAD. Al Qaeda reivindicó el martes la responsabilidad por los ataques simultáneos en dos prisiones iraquíes y dijo que había liberado a más de 500 presos en la operación, una de las más agresivas que ha realizado en Irak.
El Estado Islámico de Irak y Oriente Medio, que se había formado este año con la fusión de las filiales de al Qaeda en Siria e Irak, dijo que había llevado a cabo los ataques a las cárceles de Abu Ghraib y en otra a cerca de 20 kilómetros al norte de Bagdad tras meses de preparación.
Los ataques del lunes se produjeron justo un año después de que el líder de la rama iraquí de la organización, Abu Bakr al-Baghdadi, lanzó una campaña denominada «Romper los muros» que hizo de la liberación de los presos su prioridad, dijo el grupo en un comunicado.
Los islamistas suníes han cobrado cada vez más protagonismo en la insurgencia contra el Gobierno iraquí, liderado por los chiíes, que llegó al poder después de la invasión de Estados Unidos para derrocar a Saddam Hussein.
El grupo dijo que había desplegado a atacantes suicidas, cohetes y 12 coches bomba, que produjeron la muerte de 120 guardias y fuerzas especiales iraquíes en los ataques en Taji, al norte de Bagdad, y en Abu Ghraib, la cárcel que se hizo conocida hace una década por fotografías que mostraron abusos a prisioneros por parte de soldados estadounidenses.
Fuentes médicas y del Ministerio del Interior dijeron que 29 policías y soldados habían muerto y que 36 resultaron heridos.
«En respuesta al llamamiento del mujaidín (guerrero santo) el jeque Abu Bakr al-Baghdadi para completar el plan de ‘Romper los Muros’ (…) las brigadas de mujaidines partieron tras meses de preparación hacia dos de las mayores prisiones del Gobierno de Safavid», dijo el comunicado.
Safavid es una referencia a la dinastía que gobernó Irán entre los siglos XVI y XVIII y es empleado por los suníes de línea dura como un término peyorativo hacia los chiíes.
• A SIRIA
Las tensiones sectarias en la región se han incrementado por la guerra civil en Siria, que ha atraído a combatientes chiíes y suníes desde Irak y otros países para luchar para bandos opuestos.
Un alto funcionario iraquí dijo que las fuerzas de seguridad estaban en alerta y habían recibido información de que algunos de los operativos de al Qaeda de más alto perfil que lograron escapar se dirigían ahora a Siria.
Irak ha endurecido sus controles fronterizos para impedir que los militantes salgan del país, dijo el funcionario bajo condición de anonimato.
«Estamos cooperando con el Ministerio de Justicia para obtener descripciones completas y registros de fugitivos para ayudar a recapturarlos y llevarlos de vuelta a prisión», explicó.
El funcionario agregó que el nivel de coordinación de las incursiones en las cárceles sugiere que en la planificación estuvieron involucrados ex militares, y probablemente también en la ejecución.
Las liberaciones de cárceles no son inusuales en Irak, pero la escala de los asaltos del lunes llevó a algunos políticos a decir que el Gobierno había perdido cualquier rastro de control sobre la seguridad, que se ha deteriorado en forma constante desde fines del año pasado.
Los insurgentes se han estado reagrupando y atacando casi a diario, reclutando a nuevos militantes entre la minoría suní del país, que resiente cada vez más el dominio chií desde el derrocamiento de Saddam Hussein.
La violencia provocó temores de un regreso a un conflicto mayor en Irak, donde la etnia kurda, los chiíes y los suníes aún no han encontrado un modo estable para compartir el poder.
En lo que va de julio, casi 700 personas murieron en ataques de militantes, según el grupo de monitoreo de hechos de violencia en el país Iraq Body Count.
Eso aún es mucho menor a las cifras registradas tras la invasión liderada por Estados Unidos, cuando el número mensual de fallecidos a veces superaba los 3.000.