Un Alvia con 218 pasajeros y 29 tripulantes, circulaba a gran velocidad cuando se salió de la vía a las 20:41 horas a unos 10 kilómetros de la capital gallega, según datos de la delegación del Gobierno en Galicia
SANTIAGO DE COMPOSTELA. Alrededor de unas 45 personas han muerto y 70 resultaron heridos el miércoles tras descarrilar un tren de pasajeros por causas desconocidas en las cercanías de Santiago de Compostela, en el noroeste de España, informó el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo.
El tren, un Alvia con 218 pasajeros y 29 tripulantes, circulaba a gran velocidad cuando se salió de la vía a las 20:41 horas a unos 10 kilómetros de la capital gallega, según datos de Renfe y de la delegación del Gobierno en Galicia. El convoy Alvia, que circula a más velocidad que los trenes normales al utilizar las líneas del AVE, hacía el recorrido Madrid-Ferrol.
«Superan las 40 o 45 víctimas, entre 40 y 45 víctimas, son cifras provisionales, estamos intentando entrar en los vagones que han quedado destrozados», dijo Núñez Feijóo a Onda Cero.
El descarrilamiento, que según el presidente gallego ha dejado una escena «dantesca», causó también unos 70 heridos, 20 de ellos muy graves, que han quedado repartidos en distintos hospitales de la zona. Las autoridades han hecho un llamamiento a los ciudadanos para que acudan a donar sangre.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, convocó una reunión de Emergencias con representantes de Interior y Fomento en la que se baraja el accidente como principal causa del descarrilamiento, según Moncloa. Rajoy viajará el jueves a Galicia, su tierra natal, que mañana celebraba la fiesta de su patrón, el apóstol Santiago.
«No tenemos ningún indicio de ninguna causa externa pero las causas las habrán de determinar las fuerzas y cuerpos de seguridad», dijo el delegado del Gobierno en Galicia, Miguel Cortizo, a la Cadena Ser.
El elevado número de fallecidos lo situaría entre los accidentes ferroviarios con más muertos de la historia reciente del país. El último con mayor número de víctimas se registró en Albacete en 2003, cuando murieron 19 personas.
Varios vagones quedaron volcados sobre la vía, uno de ellos encima de otro y sobre el lugar se elevaba una columna de denso humo. Agencias
«Todo fue muy rápido»
Decenas de personas abandonaban el lugar con sangre en el rostro, mientras los vecinos acudían a la zona con mantas y agua. Algunas fotografías aéreas del lugar mostraban varios cuerpos, al menos cuatro de ellos cubiertos con mantas, junto a las vías.
«Fue muy rápido, en una curva el tren empezó a dar muchas vueltas de campana, quedaron subidos unos vagones encima de otros y mucha gente quedó aprisionada debajo, tuvimos que salir por debajo de los vagones y nos dimos cuenta de que el tren estaba ardiendo», dijo a Ricardo Montesco, que iba de pasajero, a la Cadena Ser.
Agencias