Aún a la espera de que los órganos competentes investiguen y presenten respuestas sobre los documentos que presentara en 2012 en torno a «graves indicios de corrupción en el Fondo Chino», el diputado Miguel Ángel Rodríguez dice que es urgente que el pueblo reciba cuenta detallada del destino de los proyectos sociales y económicos por los que Venezuela se ha endeudado con el país asiático por más de 60.000 millones de dólares.
“Los apagones, las infraestructuras viales, de salud y de educación en franco deterioro, la escasez terrible que estalla frente a nuestra cara, la merma en la producción y refinamiento de petróleo que agrava el suministro de gasolina en Táchira y otros estados, la inflación que asesina al salario de los trabajadores; todo tiene en gran parte explicación con la caja negra del fondo chino», explicó.
Insistirá en que esto se aclare, dado que después de conocerse reticencias de parte del gobierno asiático y luego de al menos saberse que en pocos meses los funcionarios Elías Jaua, Diosdado Cabello y Jorge Arreaza – además del nuevo embajador Iván Zerpa- habrían trabajado en derrumbar parcialmente «aquella muralla»; ahora se informa que habría acceso a una nueva línea de crédito por 5.000 millones de dólares.
“Es nuestra obligación decir que si los papeles, los acuerdos marco, que hablan de cooperación para infraestructura, producción agroalimentaria y energía, se hubieran traducido en obras de desarrollo social, estaríamos fuera de las garras de la dependencia importadora y tendríamos buenos servicios y cómo pagarlos con moneda fuerte».
Dice que cuando se habla de endeudamiento sin fruto, terminamos fulminando al bolívar, el mismo que todo el pueblo se esfuerza por tener para el sostén de su familia.