El papa Francisco abogó este miércoles por la necesidad de transmitir a los jóvenes»los valores que los hagan artífices de una nación y un mundo más justo, solidario y fraterno», durante la homilía de su primer misa pública en el santuario de Aparecida, la patrona de Brasil, seguida por un millón de fieles en los alrededores del templo.
Tras poner ante los pies de la Virgen morena «la vida del pueblo latinoamericano», el papa argentino Jorge Bergoglio exhortó a vivir «tres sencillas actitudes: mantener la esperanza, dejarse sorprender por Dios y vivir con alegría».
El papa Francisco también llamó a los fieles a evitar a los «ídolos» del dinero, el poder y el placer y en su lugar ayudar a los jóvenes a construir un mundo mejor.
La misa fue seguida por unos 15 mil fieles desde el interior del templo y autoridades locales estimaron que en los alrededores del santuario hay en un millón de personas.
El obispo local le regaló una imagen de la virgen patrona de Brasil. El artesano Paulo Henrique Sodem confeccionó la imagen en cedro, con corona bañada en oro, y las monjas carmelitas de clausura de la ciudad de Aparecida bordaron el manto.
La entrega de la imagen fue realizada al inicio de la misa que encabeza Francisco por parte del obispo de Aparecida y jefe de la Conferecia Episcopal de Brasil, Raymundo Damasceno.
El papa le regaló a Damasceno un cáliz.
Francisco rezó antes de la misa una oración personal para la Virgen de Aparecida, a la que le pidió estar a su lado cuando «la cruz sea más pesada».
En su tercera jornada de visita a Brasil por las Jornadas Mundiales de la Juventud,Francisco cumple una agenda intensa. A las 8:20 de la mañana partió desde la residencia de Sumare, en Río de Janeiro, desde donde se dirigió en auto hacia el aeropuerto para abordar un avión oficial rumbo a San Pablo, y desde allí a Aparecida, distante unos 240 kilómetros de la ciudad carioca donde se aloja.
Allí fue recibido por millares de fieles que se guarecieron de la lluvia y el frío con abrigos y paraguas, para los actos de veneración de la Virgen más importante de Brasil, salida de una red de pescadores y bautizada entonces como “Aparecida”.
El santuario tiene un significado especial para Francisco, cuyo papado se inició este año pero se gestó, en buena medida, en este mismo lugar, cuando coordinó la Vª Conferencia Episcopal del Celam en 2007.
En ese entonces aún arzobispo de Buenos Aires, el cardenal argentino Jorge Bergoglio presidió la comisión que redactó el documento final, de fuerte contenido social y político que enfatiza «la opción por los pobres» en esta región donde viven más del 40% de los católicos del mundo.
La pequeña y sencilla imagen de la Virgen de Aparecida, fue hallada en el mar por pescadores. Posiblemente provenía de un naufragio. «Visitar Aparecida es visitar todo Brasil», le dijeron al Papa a su llegada. Es el tercer pontífice que asiste a esta capilla.
Con información de infobae.com