La víctima, Jorge Jesús Oviedo Chaparro, de 23 años, se ganaba la vida como mototaxista para sostener a su familia y su hijo de 7 años. De noche estudiaba el bachillerato por parasistemas. Fue ingresado a la morgue de Caracas con el número 391 del mes de julio
Jorge Jesús Oviedo Chaparro, de 23 años, murió herido ocho disparos que le propinó un motorizado con el que discutió porque estuvo a punto de arrollarlo en una calle de La Cortada de Catia, al oeste de Caracas.
La victima regresaba de una reunión familiar en El Junquito, pero camino a la casa donde vivía con su abuela resulto víctima del hampa. El relato lo ofreció su abuelo, Jorge chaparro desde la morgue de Bello Monte.
Chaparro dijo que la familia se reunió en la casa de parientes en El Junquito para disfrutar del día feriado. En la noche se marcharon pero cuando llegaron a su casa los llamaron para decirle que su nieto estaba muerto. Ellos se habían despedido en la reunión cuando se marcharon pero tomaron rumbos diferentes.
El joven fallecido fue ingresado a la morgue de Caracas con el número 391 del mes. La víctima se ganaba la vida como mototaxista para sostener a su familia y su hijo de 7 años. De noche estudiaba el bachillerato por parasistemas.
Homicidio en Gramoven
El otro hecho de sangre ocurrido en Caracas, perdió la vida el vigilante José Enrique Nuñez, de 44 años de edad. El hombre fue asesinado la mañana de este miércoles a las puertas de su vivienda en el sector Las Casitas, en Gramoven, Catia. La víctima en compañía de Angelo Polanco, de 21 años en la casa cuando una vecina los llamó a la puerta y afuera fueron abaleados por su concubino.
De acuerdo a las investigaciones la mujer identificada como Jhoendri Rios, les pidió a las víctimas si podía salir para conversar afuera. En la calle, el marido de la mujer, de nombre Luis Callejos, desenfundó un arma y les disparó. Núñez murió y su acompañante resultó herido.
AA