La inauguración oficial del Festival de música clásica de Salzburgo estuvo marcada por una fuerte presencia venezolana, a través de los músicos de «El Sistema», la red venezolana de orquestas juveniles, y su fundador, José Antonio Abreu, quien ofreció el discurso central durante el acto.
Abreu resaltó en su intervención, traducida de forma simultánea del castellano al alemán para el público, la importancia de que los jóvenes reciban una buena formación humanística y musical. «Así podemos romper el círculo vicioso de la pobreza», aseguró el músico, economista y pedagogo venezolano durante el acto, retransmitido en directo por la televisión pública austríaca ORF.
«Hoy, acaso más que nunca, el arte es una tarea que trasciende el horizonte de los valores humanísticos para proyectarse con creciente intensidad en otros ámbitos centrales de la vida», dijo el maestro.
Abreu, quien desea llevar la música a un millón de niños y jóvenes venezolanos de origen humilde, destacó asimismo la importancia moral y social que conlleva su proyecto y agradeció la confianza que alumnos y profesores ha depositado en él desde 1975.
Los otros grandes protagonistas de la inauguración fueron los 190 miembros de la Orquesta Juvenil de Caracas, que, conducidos por el talentoso director Dietrich Paredes, interpretaron incluso el himno austríaco, un privilegio que habitualmente está reservado en la apertura del festival a la Orquesta del Mozarteum salzburgués.
Algunas de las piezas que ejecutaron hoy los venezolanos fueron «La forza del destino», de Giuseppe Verdi, y también temas de Richard Wagner, de Alberto Ginastera y de Leonard Bernstein.
El momento más alegre de la ceremonia llegó por parte de la misma agrupación musical, que puso el colofón al acto con la interpretación de una melodía latina con mucho ritmo que los jóvenes habían preparado para sorpresa de todos los asistentes.
El público austríaco, conocido por su exigencia, ovacionó calurosamente el final de todas las actuaciones musicales de la joven orquesta sudamericana. A la tradicional cita asistió gran parte de la cúpula del Gobierno austríaco, como el canciller federal Werner Faymann o el ministro de Exteriores, Michael Spindelegger, además del presidente federal Heinz Fischer.
«La política debe ser igual de internacional que el arte», fue el enfático mensaje que lanzó Fischer, al tiempo que destacó la necesidad de aumentar el fortalecimiento de Europa a través de un intenso trabajo conjunto entre sus países.
Quien tampoco se perdió esta inauguración fue el director Gustavo Dudamel, uno de los venezolanos más destacados que han surgido del programa musical «El Sistema», y quien siguió el acto sentado a la derecha de su maestro Abreu.
Por su parte, la presidenta del Festival, Helga Rabl-Stadler, pronunció unas palabras de bienvenida en las cuales incluyó una mención especial para Abreu y «El Sistema», y agregó que era «una alegría» poder tenerlos como invitados en el Festival. «El Festival es una rampa para impulsar ‘El Sistema’ a una carrera internacional», señaló Rabl-Stadl.
Desde el pasado 19 de julio, y hasta que finalice agosto, las calles de la ciudad de Salzburgo se llenarán de centenares de músicos que pertenecen a «El Sistema».
En total, se han programado 15 conciertos de «El Sistema» interpretados por ocho agrupaciones, además de algunos «ensembles» de menor tamaño, o conjuntos corales, como el «Coro Manos Blancas», que está integrado por niños con discapacidades físicas y psíquicas.
El programa del festival de Salzburgo 2013 incluye funciones de las mejores orquestas del mundo, como la Orquesta Filarmónica de Viena además de otros conjuntos invitados desde Roma, Múnich, Berlín, Leipzig o Tokio. Como cada año, las mejores voces del panorama operístico actual harán acto de presencia
Es el caso de Anna Netrebko, Jonas Kaufmann, Edita Gruberova, Cecilia Bartoli, Elina Garanca, Thomas Hampson. El programa, cuyo responsable es el austríaco Alexnader Pereira, ha tenido una buena acogida: a fecha del pasado 5 de julio, ya se había vendido el 88 por ciento de las 260.000 entradas, cuyos precios oscilan entre los 5 y 400 euros.
EFE