El presidente de la Asamblea Nacional (AN), Diosdado Cabello, manifestó ayer que en el operativo anticorrupción que desarrolla el Gobierno Nacional debe investigarse tanto a sectores de la izquierda, como de la derecha, así como también a la empresa privada. «No hay, ni va a haber complicidad. No se puede tener un discurso para allá y para acá», aseveró durante la entrevista concedida a un canal privado.
Enumeró los casos de corrupción que se han procesado, entre los que destaca el del ex presidente de Ferrominera del Orinoco, Radwan Sabbagh, y el del ex gobernador de Guárico, Luis Gallardo. Indicó que la derecha no está exenta. «Debe investigarse a la izquierda y a la derecha, incluso a la empresa privada», manifestó.
En relación a los múltiples señalamientos que se hacen en su contra con base en sus supuestas propiedades, respondió: «Me acusan de todo. Aprovechen señores de la oposición, como los chavistas no lo han hecho, aprovechen y todo lo que digan en Venezuela que es de Diosdado: centros comerciales, instalaciones, fincas, vayan y tómenlo. Se lo regalo para que vean cómo salen los dueños».
«El que quiere ser presidente es sospechoso»
Al ser abordado sobre sus aspiraciones en la política, mencionó lo que el Papa Francisco le dijo al presidente Nicolás Maduro cuando éste se entrevistó con él: «Todo el que quiera ser papa es sospechoso».
A esto, Cabello agregó: «Todo el que quiere ser presidente es sospechoso». Dijo que él ya fue presidente el día 12 de abril, cuando la derecha dio el golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez. «Fueron cinco horas y mi gestión fue entregar la presidencia», señaló.
Esta reflexión dio paso a comentarios sobre el proceso interno que vive ahora el bloque bolivariano en torno a la escogencia de los candidatos a alcaldes y concejales que se medirán el 8 de diciembre. «Hay capitales de estado donde alcaldes no deben repetir, simplemente porque no pagan a trabajadores, pero hay plata para hacer fiesta», criticó.
En contraste, puso como ejemplo el caso de Amalia Sáenz, alcaldesa de Iribarren, en el estado Lara, quien puso su cargo a la orden. «No hay ambición», destacó, en referencia a lo que múltiples veces ha dicho en mítines y reuniones: lo importante es el servicio, no la pretensiones de cargos. Recordó que los partidos bolivarianos aprobaron un baremo para evaluar la gestión de alcaldes y concejales.
Igualmente dijo que él seguirá apoyando el Gobierno de Nicolás Maduro, con quien, dijo, lo une el compromiso y el trabajo por la Revolución Bolivariana. «Yo soy un apoyo y voy a seguir apoyando. Tengo ese compromiso moral con el presidente (Hugo Chávez)».
AVN