Dientes de leche, ahora de orina. Los científicos han logrado hacer crecer dientes rudimentarios a partir de una de las fuentes más improbables: la orina humana.
Un equipo de investigadores de China espera que la técnica se convierta en una forma de reemplazar piezas dentarias perdidas.
Los resultados, publicados en la revista especializada Cell Regenaration Journal, mostraron que la orina podría ser utilizada como una fuente de células madre que, a su vez, podrían ser cultivadas en pequeñas estructuras en forma de dientes.
Científicos de todo el mundo están buscando la manera de hacer crecer dientes nuevos que sustituyan a los que se pierden con la edad y la mala higiene dental. Las células madre -células maestras que pueden desarrollarse en cualquier tipo de tejido- han estado en el foco de la investigación.
El grupo del Instituto de Guangzhou de Biomedicina y Salud utiliza la orina como el punto de partida.
Los científicos cosechan en el laboratorio células que normalmente desecha el cuerpo, como aquellas que que forman parte del revestimiento del sistema urinario. Estas células recogidas luego son inducidas a convertirse en células madre.
Una mezcla de estas células y otros materiales de ratones fueron implantados en los animales. Los investigadores dijeron que, después de tres semanas, el cúnulo de células comenzó a parecerse a un diente.
«La estructura de diente contenía pulpa, dentina y esmalte». Sin embargo, las piezas creadas en laboratorio no eran tan duras como los dientes naturales.
Si bien esta investigación no tendrá un efecto inmediato en la práctica odontológica, los investigadores dijeron que podría dar lugar a más estudios para «el soñado resultado de la regeneración total de dientes humanos para la terapia clínica».
«Peor fuente»
La técnica no ha estado exenta de críticas. Otros investigadores advirtieron que la idea de cultivar dientes para reemplazar los perdidos enfrenta muchos desafíos.
El profesor Chris Mason, un científico que trabaja con células madre en el University College de Londres, afirmó que la orina como punto de partida deja bastante que desear. «Es probablemente una de las peores fuentes. En primer lugar, hay muy pocas células y la eficiencia de convertirlas en células madre es muy baja», le comentó a la BBC.
«Yo simplemente no lo haría de esta manera», aseguró tajante. También advirtió que el riesgo de contaminación, por ejemplo a través de bacterias, es mucho mayor al usar orina que al emplear otras fuentes de células.
«El gran reto es que los dientes tienen una pulpa con vasos de nervio y sangre. Y tienen que asegurarse de intagrarla para conseguir los dientes permanentes», agregó el investigador.
BBC Mundo