Cuando el célebre explorador alemán Alejandro de Humboldt llegó a Venezuela en julio de 1799 escribió un importante capítulo en la historia nacional, no sólo por sus hallazgos como geógrafo y astrónomo, sino por convertirse en una inagotable fuente de inspiración. Precisamente ese amor por la investigación y la excelencia, incentivó a un grupo de visionarios: los profesores Alfredo Rodríguez y Miguel Escalona, junto al arquitecto Carlos Gil.
Ellos también emprendieron un viaje pero en la educación, escalaron montañas de obstáculos, atravesaron ríos y abrieron nuevos caminos “descubriendo que vale el esfuerzo cuando se trata de la formación de niños y jóvenes en nuestra región”, aseguran. Pasaron 214 años desde aquel arribo de Humboldt a tierras venezolanas, hoy el colegio ubicado en Valle Arriba, Guatire, lleva su nombre con orgullo y celebra la “Excelencia educativa” con un alegre agasajo a todos sus integrantes. En esta celebración se reconoció la trayectoria de los trabajadores con 5, 10 y 15 años de labor, escalafón que tuvo como agasajadas a la coordinadora Kathisuka Sequin, las profesoras Glenis Ortega y María Reategui.
“Los cimientos de la educación son los valores”, expresa con insistencia uno de los fundadores, profesor Alfredo Rodríguez, apoyado por la Directora del plantel, Raquel Meré. Por eso, otorgan enorme valor tanto al rendimiento académico, deportivo y artístico, como a la disciplina, la honestidad y la ética, pues como dijo Humboldt: “Sólo lo que hemos invertido en nuestro carácter podemos llevar con nosotros”. De hecho, la fortaleza del carácter y los conocimientos son las mayores riquezas que el Humboldt de Guatire brinda a sus alumnos y ellos las atesorarán por siempre: “Un hombre debe buscar la felicidad y la paz interna en los objetos que no le pueden ser quitados”, AH.
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