Quizás sea por lo natural que nos resulta el respirar que omitimos cuidar la forma en que lo hacemos. Nos limitamos a dejar que el cuerpo realice su trabajo mientras nos enfocamos en otros aspectos de nuestro desempeño, cuando lo cierto es que, dependiendo de la eficiencia con la que respiremos, correremos mejor.
Nuestro cuerpo se mueve gracias al oxígeno que captamos del aire, por lo que cada vez que comenzamos a ejercitarnos, sea corriendo, caminando o practicando cualquier deporte, los músculos demandan mayor cantidad de este elemento para realizar su trabajo. Dicha demanda es cubierta a través de la sangre, que se alimenta de la absorción de oxígeno por la que, de forma más intensa, trabajan nuestros pulmones.
Entonces, entendiendo que nuestro cuerpo intensifica sus funciones para mantenernos estabilizados, veremos de qué forma podemos ayudarlo al realizar una respiración consciente. Primero; debido a que la capacidad torácica aumenta para recibir más cantidad de aire, el diafragma debe abrirse para recibir esa cantidad, por lo que podemos propiciar esta acción si mantenemos contraídos los abdominales cuando realizamos el esfuerzo físico, de esta forma obligamos a la parte superior del pecho a abrirse.
Además, debemos mantener elevada la parte del pectoral para facilitar la entrada de oxígeno al inspirar el aire. Nuestra postura también puede facilitar la expulsión del dióxido de carbono del cuerpo. Por tanto, es importante que no adquiramos vicios como encorvar la espalda o dejar la zona abdominal demasiado relajada, ya que la recepción de oxígeno no será igual de efectiva.
¿Respirar por la nariz o por la boca?
En este aspecto las opiniones de los expertos están divididas, y es que hacer lo uno o lo otro no es más o menos correcto, pues el objetivo es respirar de la forma que le aporte mayor eficiencia al desempeño de cada quien. Lo común es que nos hayan enseñado a inhalar por la nariz y a exhalar por la boca, pero muchos corredores utilizan los dos conductos para respirar, sin importar el orden. Hay que respirar libremente por la nariz y por la boca.
Dadas las condiciones impuestas por el esfuerzo personal, la respiración debe ser lo más natural posible, por lo que se recomienda inhalar profundamente desde el diafragma de manera que se utilice toda la capacidad pulmonar, con esto se sentirá que el estómago se expande hacia afuera y se evita la aparición de alguna punzada.
El entrenador neozelandés Arthur Lydiard, cuando le preguntaron sobre la manera correcta de respirar, dijo: “Respira a través de tu nariz… Respira a través de tu boca… Absorbe el oxígeno por tus oídos si es necesario”.
Artículo de Claudia Ramírez de soymaratonista.com