Hablando en Damasco, el heredero de la dinastía con 40 años en el poder, elogió las recientes victorias de sus fuerzas militares en todo el país y dijo que Siria podrá terminar con la insurgencia «en unos meses» si el pueblo lucha con el Ejército en una «guerra popular»
BEIRUT. El presidente sirio, Bashar al Asad, dijo que la necesidad de aplastar a los «terroristas» debe anteponerse a cualquier solución política para poner fin a la crisis en su país, debilitando las esperanzas de una pronta conferencia internacional de paz.
Hablando en Damasco, Asad elogió las recientes victorias de sus fuerzas militares en todo el país y dijo que Siria podrá terminar con la insurgencia «en unos meses» si el pueblo lucha con el Ejército en una «guerra popular».
«¿Cómo podemos finalizar esta batalla (…) y restaurar la seguridad y la estabilidad? Es de esta manera (guerra popular) con la unidad entre el Ejército y el pueblo para terminar con el terrorismo», afirmó el mandatario.
Durante más de dos años, Asad se ha enfrentado a una revuelta contra su Gobierno que se convirtió en una guerra civil.
Las fuerzas del mandatario, apoyadas por extremistas del grupo libanés Hezbolá, han desplazado a los rebeldes de la capital y logrado victorias en la provincia central de Homs y otras áreas.
Estados Unidos, Rusia y Naciones Unidas aún trabajan para convocar una reunión en Ginebra entre el Gobierno sirio y los grupos de oposición con el objetivo de lograr un acuerdo de paz.
«El terrorismo y la política son completamente opuestos», dijo Asad, cuyo gobierno se refiere a todos los grupos rebeldes y muchas figuras de oposición que luchan por su derrocamiento como «terroristas».
«No puede haber acción política y progreso en el campo político mientras el terrorismo golpea en todas partes», dijo Asad a destacados miembros del clero, empresarios y artistas el domingo por la tarde en un «iftar», o comida para interrumpir el ayuno durante el mes sagrado musulmán de Ramadán.
«No se puede alcanzar una solución con el terror excepto golpearlo con mano de hierro», añadió, en declaraciones divulgadas por la agencia estatal siria SANA el lunes.
Asad se burló de la Coalición Nacional Siria, la oposición que cuenta con el apoyo de Occidente, diciendo que era moralmente fallida y «antipatriótica», cambiando posiciones de poder, cambiando su postura regularmente y recibiendo dinero de países del Golfo.
Asad, relajado y vestido de traje, dijo que la mayoría de los países regionales y árabes que apoyaban a la oposición han «cambiado su opinión hacia la realidad» de los eventos tras dos años y medios de guerra.
El mandatario dijo que «no hay excepciones a los medios» que emplearía para sacar a Siria de la crisis.
Más de 100.000 personas han muerto en la guerra civil de Siria y millones han sido desplazados. Los manifestantes tomaron las calles en marzo de 2011 en demanda de reformas democráticas, pero las fuerzas de seguridad llevaron a cabo una violenta ofensiva, lo que terminó en un levantamiento armado.