La estatal tenía como meta entregar 56.000 unidades a los trabajadores petroleros pero no ha habido avance en 4 años
La convención colectiva del sector petrolero vence el próximo 1° de octubre y desde la presidencia de la Federación Unitaria de Trabajadores del Petróleo de Venezuela comenzarán hoy las discusiones entre los líderes sindicales de todo el país con el fin de introducir a finales de agosto el proyecto de contrato para el bienio 2013-2015.
“En cuanto a las cláusulas fundamentales desde el punto de vista económico, social, higiene, seguridad ambiente tenemos un cumplimiento parcial de 80% de la convención que vence en octubre”, dice Will Rangel, presidente de la Futpv. “Queda pendiente el tema de la construcción de las viviendas para los trabajadores petroleros porque estamos convencidos de que ahora se hace más necesario. En total, deberían entregarse 56.000 unidades”, acota.
En el contrato colectivo que rigió para el bienio 2009-2011 se debieron entregar 14.000 viviendas y el resto durante el período 2011-2013. Sin embargo, Rangel aseguró que los proyectos inmobiliarios que emprendió Pdvsa, como impulsora de la Gran Misión Vivienda Venezuela, fueron destinados a familias que estaban en los llamados refugios debido a la emergencia de las lluvias.
Fallan pólizas
También señala que hay problemas con las pólizas de hospitalización, cirugía y maternidad, referidos principalmente a los retrasos en los que incurre Pdvsa con el pago a las compañías aseguradoras y hospitales privados, lo que ocasiona que esos centros de salud rechacen pacientes que forman parte de la nómina de la empresa.
“Los trabajadores petroleros somos maltratados y hasta discriminados por los centros de salud privados”, asegura el representante sindical. “Nos queremos sentar con el ministro para crear nuestras propias clínicas como las teníamos antes. Seguimos teniendo los mismos centros de atención médica del pasado y eso es insuficiente”, añade.
La LOTT
Wills Rangel comparte su responsabilidad en la Futpv junto con la presidencia de la Central Bolivariana de Trabajadores Socialistas de Venezuela, que fue la organización que promovió la nueva legislación laboral aprobada en 2012.
La reducción de la jornada y el disfrute de dos días consecutivos por fines de semana trabajados han causado malestar porque se alega caída del ingreso justo cuando la inflación anualizada arroja una tasa de 45%. Por ejemplo, en el sector comercio predomina el cierre los sábados, domingos o lunes.
“En la clase obrera debe existir cultura de calidad de vida, y no se puede sacrificar la vida por más ingresos salariales. Es cuestión de adaptarse a esa cultura, pero no podemos estimular ni el sobretiempo o el tiempo extra de trabajo”, puntualiza Rangel. “No podemos permitir que una persona no descanse o trabaje más de ocho horas”, agrega.
La cifra
119 bolívares diarios es el salario básico que devenga un trabajador petrolero y necesita que aumente a 173 para cubrir la pérdida ocasionada por la inflación
Agencias