Este tipo de ataques insurgentes se han multiplicado en la convulsionada nación árabe. Más de 1.000 iraquíes fallecieron en julio, la cifra mensual de muertes más alta desde el 2008, según indicó Naciones Unidas la semana pasada
BAGDAD. La explosión de varios coches bomba en mercados y calles comerciales de la capital de Irak y sus alrededores causaron el martes la muerte de al menos 51 personas e hirieron a más de 100, dijeron fuentes médicas y policiales.
Este tipo de ataques insurgentes se han multiplicado en Irak desde comienzos del año. Más de 1.000 iraquíes fallecieron en julio, la cifra mensual de muertes más alta desde el 2008, según indicó Naciones Unidas la semana pasada.
El Ministerio del Interior, que ha dicho que Irak enfrenta una «guerra abierta» alimentada por la violencia sectaria, reforzó esta semana la seguridad en la capital, cerrando carreteras y desplegando más policías y helicópteros.
Seis coches bomba explotaron en una rápida sucesión en barrios del norte, del este y del sur de la ciudad en la tarde del martes. Una de las explosiones estremeció una plaza en el centro de Bagdad, causando la muerte de cinco personas e hiriendo a 18 más.
En Nahrawan, a unos 30 kilómetros al sureste de Bagdad, militantes integristas atentaron contra una atiborrada calle comercial. En las afueras de la capital hacia el norte, una bomba explotó cerca de un concurrido mercado.
En los últimos meses, se han vuelto más comunes en Irak las series de ataques coordinados con decenas de muertes.
Militantes islamistas suníes han recobrado impulso en su insurgencia contra el Gobierno chií desde inicio del año y se han visto envalentonados por la guerra civil en la vecina Siria, que ha avivado las tensiones sectarias en todo Oriente Medio.