El campocorto venezolano pegó 3 hits, robó 3 bases el miércoles y Texas igualó el primer lugar
Elvis Andrus fue noticia al comenzar la temporada por un jugoso contrato multianual, que refrendaba la confianza puesta en él por los Rangers, así como su indiscutible calidad. Y en estos días, luego de un trecho con algunas dificultades para tomar el ritmo ofensivo, se ha soltado a batear y producir para convertirse en uno de los principales responsables de una escalada espectacular.
Antenoche, Texas logró, al fin, darle alcance a Oakland en la cima de la división Oeste de la Liga Americana,combinando una nueva victoria en Los Angeles (la séptima seguida sobre los Serafines), con otro revés de los Atléticos en Cincinnati. Y Andrus siguió siendo figura central, con 3 hits en cuatro turnos, dos carreras anotadas (suma 116 imparables y 65 llegadas al home). Pero, además, se robó 3 bases para llegar a 30.
En las almohadillas, el venezolano y Leonys Martin constituyeron espectáculo aparte. Algo que ha llamado la atención es su velocidad, que dejó muy mal parada a la defensiva angelina pues estafaron 3 por cabeza -incluyendo esos dobles robos que enloquecen a cualquier lanzador-, en medio de un festín que llevó a lo que no se veía desde 1916: un equipo robándose seis en juegos seguidos.
Andrus y Marin recibieron sendos pelotazos -índice de frustración de lanzadores- y se embasaron en 8 de 11 oportunidades, anotando 4 carreras. Impulso notable para la ofensiva de Texas, que ganó 10-3, con 16 imparables, en respaldo del pitcheo de Alexi Ogando.
Adrián Beltré puso el poder para ser de los más contundentes, con 3 hits en 4 viajes, tubey y cuadrangular incluidos, con 3 carreras anotadas e igual número de remolques. Juan Carlos Gutiérrez lanzó un tercio por Los Ángeles -que andan en picada- y no le anotaron a pesar de un hit y un boleto. Perdió Tommy Hanson.
Rojos repiten
En Cincinnati, Oakland volvió a tropezar ante unos Rojos que se niegan a claudicar y ganaron 8-5 apaleando a Bartolo Colón (ahora 11-4 y 2.75) con 7 hits y 5 carreras en 2.2 entradas.
Homer Bailey se apuntó el triunfo (su 7o., por 10), en trabajo de 5.1, 9 hits y 5 carreras. Luego participaron del desfile Parra, LeCure, Hooever y Chapman, este para anotarse su vigéstimo séptimo salvado con un ponchado de los tres que enfrentó.
Lo sustantivo es que el resultado, si bien dejó al Cincinnati en igual posición, a 6.5 juegos de Pittsburg, que ganó 2-1 a Miami y quedó 3 sobre San Luis, representó para Texas igualar a Oakland, este con 64-49, aquel con 65 y 50, .566 por .565.
Dodgers: otro tope
Los Dodgers ganaron por segunda vez en la serie a cuatro que anoche terminaba en San Luis. Y lo hicieron llevando su máximo número de imparables en un partido -para la temporada- a 18, lo que les facilitó el triunfo 13-4.
La suerte sonrió a la visita. Porque el primer bateador, Carl Crawford (quien pegaría 4 imparables en 5 turnos, con empujada y 2 anotadas, un boleto), conectó una línea que impactó en el codo derecho del abridor Shelby Miller, quien no pudo continuar en juego y desbarató los planes del pitcheo. Salvada esa situación, el infortunio se abatió de nuevo en el segundo inning con los Cardenales, que vieron como Michael Blazek llenaba las bases, Jake Westbrook era apaleado y los Dodgers anotaban 6 veces.
De allí en adelante mandaron los de Los Angeles, que anotaron otra en el quinto y dos en el sexto, hundiendo el estoque definitivamente en el noveno con otro racimo, de 4, cuando ya casi todos los 43.523 frustrados espectadores habían abandonado el estadio.
Ethier (5-3, 2 anotadas) y Schumaker (6-3, pisó el home una vez), cada uno con 4 empujadas, llevaron la batuta ofensiva junto a Crawford y la victoria fue para Ricky Nolasco. Puig de 3-1. AN