Pensamos, seriamente, sobre la necesidad inmediata de que se elabore una ley que contemple que todo delincuente que sea apresado cometiendo un delito y utilizando un arma de fuego, el Estado lo condene a prisión perpetua con trabajos forzados.
Es verdad, aquí nos olvidamos de los Derechos Humanos de los bandoleros y asesinos, pero también es verdad que cuando ellos salen a atracar con un arma de fuego van dispuestos a todo, incluso acabar con la vida de un ciudadano y no piensan en nuestros Derechos Humanos.
El domingo pasado nos tocó la desgracia de ver cómo atracaban a un joven para despojarlo de sus prendas y lo hacían con un revolver marca Glock, el cual es el nombre que se suele dar a una familia de pistolas semi-automáticas diseñadas y fabricadas por una compañía austriaca que fue adoptada por las fuerzas y cuerpos de seguridad de Alemania, Noruega y Suecia, o sea que hablamos de una pistola de alta peligrosidad y que su uso pone en peligro a toda la colectividad venezolana. Y el pasado domingo 11 de agosto, un delincuente con esa arma asaltaba al joven, antes mencionado, en el Centro Comercial El Cafetal, ubicado entre la calle Santa Ana y la avenida Raúl Leoni en el Cafetal, Caracas, un hecho que se llevó a cabo a plena luz del día en el estacionamiento de dicha edificación y el cual se encuentra “protegido” por vigilantes privados que ni se enteraron del asalto que ahí se cometió, serían la una y treinta a dos de la tarde y el mismo estacionamiento se encontraba lleno de clientes y usuarios del súpermercado, de la panadería, de una farmacia y de una venta de pizza ubicados en tan peligroso y tétrico Centro Comercial El Cafetal ya que según algunos de los presentes manifestaron que los asaltos en ese lugar se realizan con mucha frecuencia.
El joven fue atracado entre mí vehiculo, que se encontraba estacionado en lugar muy visible, y otro al lado en las mismas circunstancias y pude ver claramente el arma y cómo se lo colocaban en el abdomen a la joven víctima, y como la tenían sometida con una de esas llaves de lucha libre. El suceso fue tan rápido que solo alcancé a ver sin poder reaccionar para hacer más nada. El asesino en potencia era un joven blanco de aproximadamente 30 a 35 años, bien vestido y con corte de pelo tipo militar que al cumplir con su objetivo huyó hacia su cómplice que lo esperaba en una moto, el mismo era un moreno y se veía también bien vestido.
Lo realmente preocupante es que esos vigilantes, seguramente cumpliendo órdenes de los empleadores y sin permiso de las autoridades competentes, tiene clausurada con unos conos, la entrada por la avenida Raúl Leoni y todos los que vamos a hacer compras en ese lugar tenemos, obligadamente, que entrar por la parte de atrás, lugar donde se cometió el atraco. Mis preguntas son: ¿Cómo es posible que permitan la entrada de motos a ese estacionamiento? ¿Qué hacen esos vigilantes en beneficio de los clientes? ¿Y si hubiera ocurrido un hecho que lamentar de mayor intensidad, a quien se le imputaría la responsabilidad del hecho?
Mi sugerencia es no ir a ese lugar hasta que le den garantías y seguridad a los clientes, ya que podría ser su vida la que esté en juego.
¿Merecen o no cadena perpetúa y que realizan trabajos forzados?
Salomón Benshimol R. / sbenshimol@yahoo.com